lunes, 17 de diciembre de 2012

UPN PONE PRECIO A LA VIDA


UPN ha puesto precio a la vida de 40 personas que acuden a Pamplona a tratarse de su enfermedad. Son 45.000 euros:o lo asumen los Ayuntamientos o la Mancomunidad de Servicios (antigua residuos, qué ironía) o estos enfermos se quedan sin autobús porque el Gobierno no quiere hacerse cargo de ellos ¡ Allá penas! Y dicen que les preocupan la personas. Ya veo, sobre todo las personas... Más bien les preocupa el dinero. Porque de no ser así, sabrían que el autobús de la vida no es un servicio, como se empeñan en decir, yo lo veo como sanidad, como una parte de su tratamiento. Porque son enfermos que, además de medicinas, necesitan algo más, un tratamiento humano ¿Saben lo que es eso? Eso es el autobús de la vida, un tratamiento humano. Pero UPN no lo ve como eso. Se mueve la caja registradora y empiezan a ver sólo números. Como lo expusieron en la Asamblea de la Mancomunidad: 40 personas al día, 28 enfermos, 12 acompañantes, dos viajes, total tantos mil euros a tanto por persona o Ayuntamiento nos sale a tanto. Y si sólo va un autobús, pues fíjate qué bien, aún nos ahorramos más.
Estamos hablando de Sanidad con mayúsculas. Y esa es una competencia del Gobierno de Navarra por mucho que quieran disfrazarla de transporte. No quieran pasarla a los Ayuntamientos. O qué será lo próximo: ¿la educación?. A lo mejor también metemos la Educación en el recibo de la basura. Ese es el concepto de Sanidad y Educación pública de UPN. Me tacharán de demagoga. Puede, no me importa, pero considero más demagogia la suya cuando me quieren plantear que somos los Ayuntamientos los culpables de no querer financiar el autobús.
Y luego hay que oír las palabras de la Consejera, señalando que el autobús se mantendrá si los Ayuntamientos tienen interés. Increíble. Nos están diciendo que si no queremos pagar es que no estamos interesados en la salud de nuestros vecinos. Ese es el concepto de lo público de UPN: Pasa primero por caja. Lo público hay que pagarlo ¿Cuántas veces? Pagamos los impuestos, la seguridad social, IVA, recetas y ahora, también vamos a pagar un  poquito más por la Sanidad. Poco a poco, pero quién sabe si después nos plantearán que hay que pagar no sólo por receta, sino por visita y después por tratamiento. ¿Qué más quieren que les paguemos a ustedes?
Y usted, ¡por Dios! Usted no tiene interés en su salud.... En lugar de ir a la medicina privada, se va a la pública. Usted no vigila su salud, no tiene ningún interés en ella. Usted, si no paga, es que no le importa su salud. Y si no tiene dinero para pagarla ¡Qué le vamos a hacer! No vamos a pagar por usted, el dinero que no ha dado no era para eso.
Pero lo más penoso es la actitud del Ayuntamiento de Tudela, ése que dice liderar los intereses de la Ribera, ése que dice ser la capital de la Ribera. ¿Desde cuándo? ¿Qué defiende en la Ribera? Sólo defiende los intereses del Gobierno de Navarra cuando asume sin rechistar todo lo que le viene impuesto desde arriba: desmantelamiento del laboratorio del Hospital, de un Colegio Público (Virgen de la Cabeza), del Conservatorio. La lista va creciendo.
Están jugando a la política con la vida de unos enfermos, en este caso enfermos de cáncer. Enfermedad de la que nadie está libre. Aunque ustedes, supongo, tendrán los posibles para ir en taxi a Pamplona. Yo no, no tengo ni quién me lleve, ni con qué pagarlo como muchos otros.
Pero lo peor de todo es el momento ¿Saben ustedes que hay personas que viven solas? ¿Saben que hay personas dependientes? ¿Saben que hay personas en paro? ¿Saben que hay personas que no cobran nada? ¿Se enteran ustedes de algo de lo que les está pasando a las personas o solo están mirando a ver si las cifras les cuadran? Les digo algo, la cifras no les van a cuadrar, les faltan 40 personas, cada día en la Ribera y otras tantas fuera de esta comarca.

articulo publicado en Diario de Noticias.

lunes, 26 de noviembre de 2012

NO PREGUNTES QUÉ PUEDE HACER TU PAÍS POR TÍ


No preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregunta qué puedes hacer tú por tu país”. Una frase que hoy adquiere todo su sentido ante la falta de compromiso social, el fracaso social que domina a los ciudadanos. Un fracaso que ya no sé si ha sido alentado para que la democracia pierda pie donde se sustenta. Hoy los ciudadanos, que más que nunca debieran confiar en la fuerza de su elección en la fuerza de la democracia, han dejado de creer en ella. Cuando ponen en tela de juicio a quienes los representan están poniendo en entredicho a la democracia. Cierto que ha habido quien se ha aprovechado de su condición, pero nadie habla de la gran mayoría que ha puesto su trabajo, su esfuerzo, su vida  y su tiempo libre y familiar por lo que creía, para sustentar la vida de los ciudadanos. De esos nadie habla porque no vende, porque para eso se han metido donde se han metido, si no, que no lo hubieran hecho. Esa es la respuesta que se oye a veces en la calle. ¡Ya! Y si no lo hace nadie prefieres que lo hagan los de siempre, que volvamos 40 años atrás cuando nadie se preocupaba de quien gobernaba o cómo, porque ya estaba todo hecho y nadie tenía que responsabilizarse de nada,
La sociedad se ha vuelto infantil, ha olvidado el significado de la polis griega, ya no quiere responsabilizarse de ser ciudadano, no quiere involucrarse y si no quiere eso, no quiere la democracia. Porque esa responsabilidad requiere de esfuerzo, de trabajo, dejar un tiempo nuestro para dedicarlo al común y hemos llegado a un nivel de  vida que no estamos dispuestos a renunciar a nada de lo nuestro, de nuestra particular vida individual. Estamos hablando de una crisis muy grave.
Cuando la gente dice que no confía en la política, también muestra claramente que le conviene no confiar porque si no confía no se hace responsable de los resultados. Muchos se vanaglorian de no votar, de pasar de la política. Está muy bien y aunque es una posición que desde la democracia hay que respetar, es una lástima que vaya en contra de esa misma democracia que sustenta ese derecho a discrepar.
Si queremos nuestros derechos adquiridos, pensemos qué debemos hacer por mantenerlos

miércoles, 24 de octubre de 2012

Perder la calle

El partido socialista está perdiendo la calle. Con la que está cayendo y no logra transmitir los éxitos socialistas, que los hay, y parece adormecido discutiendo sobre el sexo de los ángeles o lo que es lo mismo, sobre filosofía política.
Hoy por hoy la política no tiene que hablar de sí misma, sino sobre la calle. El Partidos socialista, al contrario que la derecha, no cierra filas, las agrupaciones no se apoyan mutuamente y, más aún, ni siquiera las propias agrupaciones van a por todas. En este panorama, UPN, con los grandes medios de comunicación a su favor y con un cierre de filas impresionante, tiene la calle ganada. Los afiliados de UPN se juntan en los bares, comentan, hablan por la esquinas, cuchichean, dicen lo que sea que algo queda y consiguen ganar la calle.. No hacen nada, no saben, ni dejan hacer, pero eso es lo menos, porque hablan.
Mientras, en las agrupaciones socialistas, los afiliados están cada uno en lo suyo, no sienten que hay que ganar la calle, no sienten que los problemas hay que atajarlos juntos, que si han que incentivar la economía hay que hacerlo juntos. Se espera que los Ayuntamientos tengan la varita mágica y no existe. Se habla de dinamizar agrupaciones, lo cual quiere decir que, hasta ahora, estaban adormiladas o de meras comparsas. Y ¿cuál es la razón de que estuvieran así? ¿De quienes dirigen o también de la dejadez de los mismos miembros? De todo un poco, porque esta vez hay que empezar a responsabilizarse todos un poco. Hay mucho, demasiado socialista tumbado a la bartola y es hora de despertarlos. Se que esto no va a gustar, no escribo para gustar, como otros,. Me importa un bledo la corrección política. Lo que me importa es lo que veo que se está haciendo con nuestros derechos y nuestra democracia; me importa que se eche a la gente a la calle para contratarla después con un sueldo un 40% más bajo; me importa que la juventud tenga que mendigar un empleo y sin cobrar, me importa que la sanidad y la educación se conviertan en un negocio, entendiéndolas siempre como un balance económico. Me importa que se acuse siempre a los trabajadores, me importa que nuestros mayores sean un gasto; me importa todo eso y ¿a ti? A ti, ¿qué te importa, que no haces nada? Muévete, busca tu agrupación, habla de lo que te preocupa. Habla de lo que piensas, porque piensas ¿no? Pues dilo, no te calles, no es hora de callar.

martes, 23 de octubre de 2012

Crisis democrática, Crisis de información

 Llevamos tanto tiempo hablando de números que casi no nos percatamos de otras cosas que no se midan directamente en euros. La crisis democrática que estamos viviendo pasa completamente desapercibida. No pretendo entrar a valorar la escasa motivación política de los ciudadanos, que además redunda en su perjuicio y a la cual parece que todos estamos acostumbrados y que aceptamos. Algo preocupante, pues cuánto menos interés por la política más fácil será que acabe en manos de unos pocos, y eso de democracia tiene poco.
Hoy quiero hacer hincapié en la situación de los medios de comunicación. No debemos olvidar que uno de los pilares básicos de la democracia es la información y si ésta se ve truncada vamos democráticamente mal. Esta crisis está afectando negativamente a los medios de  comunicación que, como ciudadanos, necesitamos. A los medios locales y regionales, sobre todo, aunque no creo que se queden fuera los nacionales.
Muchos ya no informan, buscan la información que les puede dar cierta rentabilidad económica y lo hacen para subsistir. El derecho a la información del ciudadano se ve así menoscabado y en peligro.
Parece evidente que en un momento en que muchas personas están pensando cómo dar de comer a sus hijos el mes que viene, el tener o no tener información puede resultar peregrino. Por supuesto, que lo primero es lo primero. Pero estamos hablando de que en esta España todavía hay quienes abarrotan los hoteles en los puentes. Por tanto, todavía hay quienes tenemos que luchar por mantener los derechos que logramos hace más bien poco. Los que podemos, tenemos que luchar por los que no pueden.
Sin embargo, aquí aparece otro problema: que aquel a quien todavía la crisis no le ha tocado de lleno está muy tranquilo en casa. Nos hemos acostumbrado a que las cosas están ya hechas,
Pero hoy no lo están. Todo se tambalea. Cuando se está poniendo en tela de juicio derechos como la sanidad, la educación o la información, cuando la representación de los trabajadores resulta ser un problema, no podemos estar tranquilos. En realidad, tenemos que hablar de una crisis más grave, una crisis social. Con falta de compromiso por parte de todos y de eso se están aprovechando: del todos contra todos, del difama que algo queda y estamos cayendo en la trampa.
Parece mentira, pero quizás hay que retomar aquello que dijo JFK: no preguntes qué hace tu país por ti..... Pero eso va a ser el tema de otra reflexión.

martes, 16 de octubre de 2012

Reflexionar "Entre la Vega y la Estepa"


Del 4 al 7 de octubre se han celebrado las I Jornadas Medioambientales “Entre la Vega y la Estepa” en Cabanillas. Unas Jornadas a las que han asistido expertos a nivel nacional e internacional como Miquel Porta Serra, investigador que ofrece conferencias en las principales universidades como Boston, Harvard, y que no dudó en señalar que da la misma importancia a una conferencia en Boston que en Cabanillas. Y ¡vaya que si lo hizo! Todos aquellos que pudieron escucharle quedaron embelesados por la forma de comunicarse de un investigador como él. Dos horas estuvo hablando y las personas que allí estaban todavía esperaban más.


Del mismo modo, podemos hablar de la mesa de residuos, a la que asistieron gentes expertas en este tema que se fueron con un buen sabor boca.

Después, llegó el sábado. A la excursión a Bardenas acudieron algunos ponentes, como Antonio González, Director Técnico de Foro Nuclear que disfrutó enormemente de su estancia en Cabanillas, o Roberto Hartasánchez del Fapas, premio nacional de medio ambiente de 2009 y que también se quedó enganchado con el desierto de Bardenas.

Es decir, no sólo pudimos escuchar reflexiones de los principales problemas medioambientales que existen hoy en día, sino que logramos conectar con unos ponentes que además de ser expertos en materias, son personas con ganas de conocer.

Lo importante y lo lamentable

Pero lo importante de las Jornadas es lo que significa el hecho de que una pequeña localidad como Cabanillas apueste por la información, por la reflexión. En una época en la que internet domina creemos que tenemos toda la información posible, pero ¿cómo la seleccionamos? Ese es el problema. No seleccionamos y, por tanto, el bombardeo de información no lleva a ninguna reflexión, porque no compartimos con los demás, estamos solos ante el ordenador y buscamos lo que nos gusta, nos interesa y más se asemeja a nuestro pensamiento. No buscamos lo que no va con nosotros, esos puntos de vista diferentes. Hace tiempo que la ciudadanía ha dejado de interesarse por las cosas y sólo le interesa lo que le afecta directamente, aunque todo le afecte.

Además, de este aspecto es la apuesta por seguir invirtiendo, en una época de crisis, una pequeña localidad ha querido hacerse un hueco a nivel nacional, ha querido dejar patente que el control del gasto no está reñido con seguir invirtiendo e invirtiendo en la formación de las personas, que es la base de nuestra democracia.

Lo lamentable es que ni organizaciones ecologistas, salvo una de Pamplona, ni quienes dicen dedicarse al medio ambiente pasaran por Cabanillas a escuchar. Quizás debemos reflexionar sobre algo más, ¿tendrán razón quienes apuntan hacia la Ribera y la califican como una zona poco reflexiva, por no decir algo más fuerte? Yo pienso que no, por eso entiendo que se debe seguir insistiendo en animar a la reflexión y al debate. Quien no quiere esto es quien desea tener a los ciudadanos sumidos en la más absoluta de las ignorancias y eso ya sabemos quien lo ha promovido siempre, quien desea que la educación, la formación no llegue a todos por igual.










domingo, 16 de septiembre de 2012

POLÍTICAMENTE INCORRECTA


Ser política y ser políticamente incorrecta parece un contrasentido, pero creo que es propio de quien habiendo sido periodista acaba queriendo hacer política. Cuestión harto difícil para quien ha intentado buscar la verdad en su labor profesional y sigue tendiendo a ello. ¿Qué es lo que ocurre? Que acaba diciendo la verdad a la gente y mucha gente no quiere oír la verdad, quiere que le mientan, que le enjabonen los oídos, le den palmaditas en la espalda y le digan vamos a hacer todo lo que podamos por cambiar esto. Y lo cierto es que no pueden hacer nada, primero porque no depende de ellos y segundo porque tampoco saben cómo. Al final quedan bien, todos tan felices, y ninguno ha solucionado nada.
Conmigo no va eso. Yo digo lo que ocurre, si algo es difícil porque está la ley de por medio, pues es así, y no intento adornarlo. Otra cosa es buscar soluciones posibles. Pero, nadie quiere reflexionar sobre ello. Lo primordial es el jabón. Las soluciones no importan. Eso es, lamentablemente una pequeña parte de la política, eso es algo de lo que me estoy dando cuenta y me da pena. Pero sigo pensando que políticos, políticamente incorrectos hay muchos y que las cosas pueden cambiar. Porque sigo pensando que la política es la forma que tenemos en democracia de luchar por conseguir los objetivos sociales que podamos proponernos. Con la palabra y el convencimiento. (!vale! eso me ha quedado un poco... demasiado...pomposo. Odio otras palabras que suenan, eso pomposas¡).

sábado, 15 de septiembre de 2012

YA VALE DE TENER SIEMPRE LA CULPA

Y vengo cabreada después del verano. Yo de vacaciones una semana y por las justas. Y vengo ya con las pilas cargadas porque ¡vaya temporada!

 Basta de discursos malintencionados. Basta ya, porque ya me sacan de quicio con el temita. Esta vez ha sido la Consejera de Salud, Marta Vera con lo de las citas, a las que no asisten los pacientes malversadores de fondos públicos ¿No será porque no hay forma de que cojan el teléfono cuando avisan? Yo me pasé una semana llamando sin resultado, hasta que al día siguiente de que se pasara la cita, ¡eureka, aleluya!, una voz al teléfono. Y eso que se trataba de quitar una cita a una persona que ya estaba ingresada, que tiene tela. Tanto  que somos la leche con la tecnología punta y no sabemos ni cruzar datos. Ahora, lo de no coger el teléfono les viene ahora de perlas para eliminar lista de espera.
Por eso, llega un momento en el que algún día, digo yo, tendremos que decir lo ciudadanos, basta. Basta de señalar como culpables del gasto en sanidad a los ciudadanos inconscientes que se ponen hasta el culo de medicinas y que son unos mierdas quejicas. Basta de dar a entender con sus medidas que los funcionarios son unos vagos que se pegan todo el día tomando café. Basta de señalar de nuevo a los parados, que bastante tienen, diciendo que hay que incentivarles en la búsqueda de empleo, como si se pasasen el día de juerga con el dinero que les da el Estado, ya ves. Basta de culpabilizar a los sindicatos, de señalarles como vividores, gastadores que sólo miran por su bien y el de los suyos, cuando, gracias a Dios que en este país de caciques, hay todavía sindicatos que velan porque a los trabajadores no se les esclavice y se intente mantener un cierto nivel de dignidad en el trabajo. Aunque esto ya es agua pasada, pues hoy en día trabajar por 600 euros 12 horas es un lujazo, ¡qué más querían algunos empresarios desalmados¡ Que no todos, que hay algunos comprometidos con la sociedad.
Basta ya de decir que los trabajadores estaban viviendo demasiado bien, que se cogían bajas para irse de vacaciones. Basta ya de señalar a los inmigrantes, ¡Coño, BASTA YA!
Y, también, basta ya, de señalar a los Ayuntamientos y a las Comunidades como culpables de todo. De rebajar el número de concejales en las administraciones más cercanas al ciudadano como si fueran unos aprovechados y manirrotos. Basta ya de hundir España, para salvar su culo y el de sus amigos.
Yo soy concejal, sí, y cobro por indemnización unos 120 euros al mes y mínimo, mínimo, pero mínimo, me dejo 1:30 minutos de mi tiempo libre para atender cuestiones municipales (incluyo fines de semana). Mi hijo ya me dice, ya no juegas conmigo y yo le digo: hay niños que están buscando comida en las colas de la beneficencia. Pero es un niño.
Para más INRI soy contratada laboral fija de la AGE, con oposición, es decir, de las vagas que se pegan el día tomando café. Pero trabajo sábados, domingos, festivos, noches, el día de Nochebuena, el de Navidad, el de Nochevieja o el de Año Nuevo y mileurista, hoy un lujo, claro. ¡Ah, y no importaría que me quitasen la paga extra, si fuese para los parados. Pero no lo es.
¿Y ustedes? Señores del Gobierno.
Decían que sabían lo que había que hacer. ¿Esto era? No se habrán estrujado mucho el cerebro. Imaginación poca: recortes. Eso lo hace cualquier tijera sin cerebro. ¿Por qué no dijeron que su objetivo era cumplir las exigencias de unos inversores fuese a costa de la penuria de los españoles? Eso hubiese sido más acertado. Pero era mejor engañar. Y siguen engañando con su discurso, dividiendo a la población. Si hay que eliminar puestos en la Administración quizá convendría eliminar a los Abogados del Estado como Soraya Sáenz de Santamaría, porque ¿Quién es el Estado? ¿Ellos? ¿Nosotros? ¿Nos defienden, acaso? No. Nos echan la culpa de todo. Pues a la p.... calle (perdón, pero escribo desde el hartazgo) .
Además, estará en excedencia, por tanto, es de esas vagas funcionarias que se pegan todo el día tomando café y hablando de los demás.

sábado, 23 de junio de 2012

Pobrecitos de nosotros


Sí, pobrecitos de nosotros porque nos están friendo y sin patatas. El caso es que esto de la crisis no hay quien lo entienda. Unos no reconocieron la crisis a tiempo, creo que pensando que el admitirla conduciría a una mayor crisis de confianza y, por tanto, ahondaría la dichosa crisis. Quizás se equivocaron. Lo admitieron, sí, porque la crisis siguió con confianza, con desconfianza, con optimismo o sin él. Luego llegaron los otros. Estos no es que admitieran la crisis, es que nos ponían los pelos de punta y decían que esto era un caos, que no podía ser, que estamos muy malitos. ¡Vamos! Que uno tenía y tiene pánico al escucharlos. Lo malo es que con ese discurso del miedo tienen argumentos suficientes para hacer lo que quieran con nosotros. Y ahí nos tienen crucificados. El caso es que medida va, medida viene, o más bien, recorte más recorte, los mercados, aun encima, tienen menos confianza en nosotros y nos dicen que nos vamos a más paro, más pobreza y menos producción.
Y, ahora, el Gobierno parece que empieza a decir que las cosas no están tan mal. Algunos Gobiernos de Comunidades Autónomas, y no miro a nadie, dicen que es deslealtad hablar mal de las cuentas. Y luego, mantienen, esto se puede arreglar con cuatro recortes más, pero que hay que sacrificarse. Deberían decir tenéis que sacrificaos.
Pero la cuestión no es esa. Aquí lo que no entiendo es lo de la deuda ésa. Porque resulta que yo pensaba que la gente cuando invertía en bolsa, en bonos o lo que fuese, lo hacía para ganarse un buen pellizco, cuanto más mejor. Pues no, miren, las cosas han cambiado. Resulta que el bono alemán, que está en negativo, es decir que si inviertes te devuelven menos, es más apreciado que el bono español que si inviertes te devuelven de entre un 1 al 5% o más. ¿A que esto no es normal? ¿A que nos hemos vuelto locos? ¿A que nos quieren invadir otra vez los alemanes dejándonos sin parné? Invadir la parte no invadida, que alguna zona de España debe andar ya bien servida.
Bueno el caso es que me parece que voy a tener que volver a coger el tocho de economía que me enseñaron en la Uni y repasarlo.
Porque, a ver, ¿qué puñetas hay que hacer? Lo uno no funciona, lo otro tampoco. Nos queda pensar que hay quien nos quiere joder un rato largo. No te queda mas que maldecir a esos bárbaros del norte que son unos aburridos que no veas y decirles ¡vale! Pero sabes que te digo, que me quiten lo bailao. No te alivia las penas ni el hambre,  pero un regusto sí que da..

domingo, 10 de junio de 2012

He aquí una cobarde


Yo me declaro agnóstica unamuniana. Hay quien dice que eso es no declararse nada, ser un cobarde. Bueno, pues vale. Me declaro cobarde agnóstica, pero agnóstica a fin de cuentas. Cuando leí “El sentimiento trágico de la vida” allá por la adolescencia, me quedé marcada porque reconocí en sus palabras todos aquellos sentimientos que uno tiene entorno a la vida y esa lucha sin cuartel entre la razón y el corazón. El debate continuo de la vida. En esa misma lucha de esos dos conceptos que el hombre posee es donde radica el agnosticismo. Si eso es cobardía, admitir a ambos, admitir el debate, la contradicción, el pensamiento contrario, pues aquí está una cobarde. Porque la razón no puede eludir el evolucionismo y la muerte física, y el corazón es imposible que obvie su propio ser, el sentimiento de algo mayor: la vida. Una vida que es, no nos engañemos, algo tan casual, tan armonioso, tan extraño que solamente podemos pensar que no estamos solos, pero podemos estarlo.
Supongo que alguien dirá: ¿y a qué viene todo esto? Pues a que mi hijo comulgó por la Iglesia, que no puede haber otra forma, aunque sí otras formas. Me resulta curioso que Jesús siempre fuese humilde ante los demás y nosotros hagamos todo un montaje ante una cuestión tan sencilla como asumir sus enseñanzas, los valores que Jesús defendía y que pocos pueden menospreciarlos, puesto que son esenciales a la naturaleza humana. Montaje que, en realidad, achacamos a la Iglesia, pero que promovemos nosotros, aunque con el beneplácito de la misma.
Bien es cierto que la Iglesia tiene algunas cosas como ese apego al “siempre ha sido así”, a la tradición que no soporto, porque de esa forma todavía seguiríamos quemando libros, por no decir carne humana en la plaza pública con el aplauso de todos. Por eso quien dice si entras, entras con todo lo que conlleva, como dice la Iglesia, les diría que menos mal que ha habido gente que no ha pensado como ellos, que si no pobres de los que leen que aún seguirían ardiendo en la plaza pública.
Y a los que se preguntan la razón de que una agnóstica comulgue a su hijo: porque pienso que es mejor vivir en la esperanza y porque considero que los valores de Jesús, de él, no de sus seguidores, son universales.

viernes, 23 de marzo de 2012

LA COMIDILLA

Quiero comunicar a mis lectores habituales, pocos, pero entiendo que fieles. Que ha habido un aumento de interés por mis comentarios en esta página, lo cual agradezco mucho. Parece ser que mis últimos artículos “Políticas de Campanario” y “Los concejales que no tienen que cobrar” son la comidilla por bares, terrazas, peluquerías, carnicerías... de nuestra pequeña localidad.
Lo cual me alegra, puesto que demuestra que hacía falta dar algo de información a los vecinos para que empezaran a conocer la realidad política existente, aunque entristece pensar que hasta ahora han estado en las más absoluta oscuridad.
Por eso, quiero invitarles a todos ustedes, cabanilleros, a que ejerzan su derecho a la información y pidan al Ayuntamiento lo que cobramos los actuales concejales, lo que cobraron los anteriores, y el concepto, por qué han cobrado eso. Porque, señores, ustedes tienen derecho a saber qué hacemos los gestores públicos con los impuestos que ustedes pagan y lo que cobramos nosotros de esos impuestos por el trabajo realizado. Pidan y comparen, antes y ahora.
Lo importante de todo esto es tener información, que la tengan ustedes. De hecho, hoy el PP y socio, ahora de UPN, se jacta de una Ley de Transparencia que, según dónde, molesta.
Por eso, queremos ser transparentes. Pidan lo que se ha cobrado y lo que se cobra e, insisto, en la razón de ese cobro, el cometido, el objetivo, el trabajo realizado.... Yo hasta les redacto mi agenda de trabajo municipal particular; la de casa no, que no sé cuál es más densa.

martes, 20 de marzo de 2012

REFORMA LABORAL: ESCLAVITUD DE CUELLO BLANCO.

Mi padre siempre me decía que lo bancos eran unos ladrones de guante blanco, y eso que él era de la antigua escuela, reacio a pedir créditos. Pero, al menos con los bancos sabes con quien te enfrentas. En el caso de lo que hoy está ocurriendo, en esta política que nos trae Europa con la connivencia del Partido Popular, en la que el trabajador es un mero pelele, no sabes quién está realmente detrás. A alguien, me da la sensación, le jorobó mucho que los trabajadores llegaran a tener poder adquisitivo.
Estoy convencida de que esta reforma laboral creará empleo, en un futuro, pero primero tiene que destruirlo. Lógicamente, se despedirá durante este año a mucha gente, como ha reconocido el mismo Partido Popular y, al cabo de un tiempo, se volverá a contratar, pero de un forma más precaria, con las condiciones que todos sabemos y que en nada beneficia al trabajador. Lo que no entiendo es cómo se va a revitalizar la economía, puesto que si todos esos trabajadores, trabajan sí, pero sin saber cómo van a venir dadas, con la facilidad del despido, facilidades en cambiar de condiciones laborales y económicas, poco podrán arriesgarse a consumir. Por tanto, entiendo que se espera que el consumo venga de fuera, puesto que tendremos una condiciones laborales idóneas para la competitividad de nuestros productos: bajos salarios, flexibilidad y despido fácil. Y curiosamente, son los PIG, los que parece que van a terminar así.
Luego viene lo de equiparar las empresas a los servicios públicos. Es decir, que los empleados públicos puedan ser despedidos de la misma forma que en el sector privado. Algo que me da mucho miedo porque, primero, lo público es un servicio, no una forma de hacer dinero, (no se hace dinero con la sanidad); segundo, el funcionario o empleado público está al servicio del ciudadano y si entra en la misma dinámica que las empresas no estará al servicio del ciudadano, sino al servicio del político de turno y la arbitrariedad del mismo. Lo que puede conducir a una merma de los servicios de cara al ciudadano, que no al político, que tendrá a toda la Administración a sus órdenes. Pero ya se han encargado bien algunos medios de poner a los empleados públicos a caer de un burro, poner a la ciudadanía en su contra diciendo que son unos privilegiados. Sabían lo que se hacían, quieren el control absoluto. Ni Goebbels lo hubiera hecho mejor.
Lo que no entiendo es que si equiparas a los funcionarios a la empresa privada vas a estar en la misma tesitura de consumo. Esos funcionarios, que consumían, lo van a hacer menos, salvo aquellos tocados por la varita del poder.
Para terminar está el tema sindical, el mal de los males para algunos, y el hecho que denota la política subyacente en todo esto. Pongamos un ejemplo. Hace unas semanas se puso en la picota a un responsable sindical que formaba parte de un Consejo de un Caja donde cobraba una buena cantidad de dinero. No entro a valorar si es excesivo, que lo será, ni qué hacía con ese dinero, porque lo que yo me pregunto es si en ese consejo no había otras personas cobrando lo mismo. Si es así, ¿qué es lo que molesta? ¿Acaso que un trabajador ascienda, que un trabajador pueda tratar de igual a una “clase superior”?
¿Estamos revitalizando la lucha de clases? ¡Tanto ha molestado que los trabajadores llegaran a tener cosas y pudieran irse de vacaciones demasiado cerca de la clase alta!
Me da la sensación de que aquí subyace algo más que lo puramente económico. No hay una campaña contra los sindicatos, aunque metiéndose con ellos desvían la atención, utilizando el divide y vencerás, poniendo a los trabajadores en contra de sus representantes y en contra de los empleados públicos y en contra de los propios trabajadores. Porque no olvidemos el discurso en el que los trabajadores no hacen más que pedir bajas injustificadas, llegar tarde o no llegar a trabajar y cosas por el estilo. No dudo de que haya habido abusos; también por parte de los empresarios y ahora les hacemos el favor de la reforma. Una reforma que, por otra parte, beneficia únicamente al empresario especulador, no al empresario serio y comprometido, al que le compensa tener una plantilla fija y formada. Beneficia al que juega con los trabajadores y con el trabajo. Lo malo es que el empresario serio se verá abocado a ese mismo juego si quiere ser competitivo, deteriorándose el entramado laboral y económico de esta piel de toro.
Por eso, para mí, toda esa gente, que nadie sabe quién es, están desviando la atención de la verdadera crisis, que no es otra que la crisis de los valores más preciados. Si no que se lo pregunten a un tal llamado Jesucristo. Puesto que lo que aquí se juega es algo más que lo económico: se juega la solidaridad, la justicia, la confianza, la igualdad...Los valores humanos frente a los monetarios. Esta reforma es la muestra más palpable de la esclavitud de cuello blanco: yo te empleo, pero bajo mis más estrictas órdenes, rescatando el sí, buana y todos a callar.

domingo, 19 de febrero de 2012

Más leña al trabajador

A veces se me calienta la cabeza y mis neuronas empiezan a lanzar, no quiero decir otra palabra más fuerte, reflexiones a cuento de determinadas cosas y comentarios que oigo. El otro día hablé sobre lo que deben o no deben cobrar los concejales, porque UPN de Cabanillas considera que no deben cobrar nada. Y empiezo a darme cuenta que es normal que piense así, porque hay un sector de la derecha, y recalco que un sector, que no parece tener ninguna consideración por el trabajo y, por ende, ninguna consideración por el trabajador.
Me explico, el otro día me quedé asustada, anonadada y no sé qué más, escuchando esa maravillosa emisora de radio, Es Radio, analizando las medidas económicas que quiere llevar a cabo el Gobierno. Decían que lo pobres empresarios no pueden contratar gente porque si tienen que echarla tienen que indemnizarlos, así que mejor no los contratan. Y ponían una serie de ejemplos de trabajadores que amenazaban a sus empleadores. Unos trabajadores malos, malos de la leche; bueno, que casi cogían un cuchillo y se lo ponían al empresario en el gaznate. El tema era que los empresarios tienen que demostrar que el despido es procedente y para ello, ¡fíjense ustedes lo que tienen que argumentar! Que han tenido reducción de ventas (lo cual no quiere decir, pérdidas) o que una reducción de beneficios. Es decir, que casi cualquier despido puede señalarse como procedente. ¡Y todavía consideraban que eran demasiadas exigencias para los empresarios!
Casi daban a entender que no se puede contratar a gente en estas condiciones: pagando seguridad social, un sueldo y además indemnización y, aún encima, con un horario, el no va más. Es decir, que así no se puede contratar. Al final, los trabajadores lo que tendrían que hacer, es lo que me dio a entender la cadena de radio, es trabajar por un sueldo base: unos 400 euros, las doce horas, ampliables según las necesidades de la empresa, pero sin que eso suponga un aumento de sueldo; de lunes a sábado y el domingo fiesta porque hay que ir a misa y si, llegado el caso, tengo que despedirte, te despido y ya está, sin indemnización ni po....
Realmente lamentable, porque, primero la mayoría de los trabajadores son responsables y se implican en su empresa (siempre y cuando el jefe se lo permita) y segundo, hay también muchos empresarios que entienden la responsabilidad que asumen siendo lo que son y saben que para que un trabajar rinda y trabaje por su empresa hay que cuidarlo.
Y después de lo de la radio, llega la reforma laboral que plantea el Gobierno, donde los pobres trabajadores vuelven a salir mal parados. Entiendo que se puedan plantear soluciones y que uno puede estar o no de acuerdo, pero de ahí a que un Gobierno entienda que los trabajadores no hacen más que saltarse su actividad con bajas que no son ciertas y cosas por el estilo, sin valorar si hay empresarios que explotan a sus trabajadores contratándolos 8 horas y haciéndoles trabajar 12, me parece una pasada, salvo que uno esté de acuerdo en explotar a los trabajadores.
Y ya no quiero pensar en todos los que considero errores de la reforma, que empezaré a desglosar en otra ocasión, pero vaya un adelanto: si el despido es más fácil, ¿quién va a consumir, sabiendo que su futuro es incierto?.

jueves, 9 de febrero de 2012

LOS CONCEJALES QUE NO TIENEN QUE COBRAR

Permítanme que continúe con algunas cuestiones municipales que me hacen pensar y me animan a escribir.
UPN considera que los concejales no tienen que percibir una compensación. Y tienen razón. Porque el que no se lo gana no tendría por qué percibir nada. Por tanto, harían bien en renunciar a su sueldo que el equipo de gobierno ha aprobado suponiendo un trabajo.
Y ya puestos, ya que les ha entrado, ahora, ganas de ahorrar, podrían ya no renunciar sino devolver a sus vecinos todo lo cobrado de forma abusiva, desde mi perspectiva, como reuniones con asociaciones de la localidad y asistencias a fiestas varias, así como, puestos ya en tema de responsabilidades dar cuenta de todo lo que ha supuesto para sus vecinos acuerdos y convenios que obraban en poder de UPN y que, curiosamente, no estaban en el Ayuntamiento.
Hablo de dar cuenta de esas subvenciones que estaban abonando, no se sabe desde cuando, a 6 familias de 6 niños del municipio por asistir a clases de música en Fustiñana y que ascendía a 2.160 euros, 360 por cabeza (prácticamente la cuota íntegra), frente a los 1.500 euros que percibe, por ejemplo, el Colegio Público de la localidad que tiene más de 100 niños. Y ¿creen ustedes que entre esos niños había alguno de renta básica? Más bien no, más bien había niños hijos de ilustres concejales de UPN. Dirán que esa subvención se la otorgaba el Partido Socialista que gobernaba, pero, por la misma regla de tres que hoy, lamentablemente a esa no renunciaron. Ahora dicen algunos que sí. Pero mientras...
Más aún, en las últimas fiestas UPN se empecinó en contratar a la Banda de Música de Fustiñana con un caché nada despreciable, frente a otras bandas más económicas. Para ello se apoyaba en un convenio que el Ayuntamiento desconocía. Un convenio que, al poco tiempo, apareció en casa de la cabeza de lista de UPN ¡Como iba a estar en el Ayuntamiento si lo tenía, no quien lo firmó, la anterior alcaldesa, sino quien lo inspiró! Porque sino cabe preguntarse ¿qué hacía en sus manos? ¿no gobernaba el partido socialista? Convenio en el que no aparecía nada de la Banda de Música, pero sí la financiación de esas clases de música.
Por eso tienen razón, los concejales no tienen que percibir nada de sus vecino si no demuestran su trabajo, con proposiciones bien argumentadas, trabajadas, con proyectos y presupuestos.
Pero, por otra parte, el equipo de Gobierno asume una serie de responsabilidades en la gestión, en el trabajo que lleva a cabo cada día, en cada decisión que nada tiene que ver con la labor de la oposición., Por eso, quizás, el equipo de Gobierno tiene que tener una compensación por esa responsabilidad y dedicación que asume y otros concejales tendrían que callarse antes de hablar de más, sobre todo de cuestiones económicas.
Es la diferencia entre tener responsabilidad y no tenerla. Es la diferencia entre quien gobierna, que debe rendir cuentas y el que no lo hace, que, como hemos podido comprobar, no rinde, ni hace, ni deja hacer.
Así que, sería hora de no sólo pedir responsabilidades a quien gobierna, sino a quien cogobierna en la sombra, o a quien hace oposición irresponsable, más aún cuando esta oposición cuesta dinero al contribuyente y luego acusa a los demás de tener una compensación por su trabajo y responsabilidad.
Porque el Gobierno sí que da cuenta. Es a quien los vecinos reclaman, se quejan, sugieren, como debe ser.
Una de democracia
Cuestiones municipales que, al final, lo que esconde es cómo entiende cada cual la política. Mientras unos lo entienden como una forma de ofrecer su tiempo y su trabajo a la Comunidad, otros lo entienden como una forma de medrar y de conseguir a través de ellos nuevos favores. Mientras los socialistas saben valorar el trabajo, otros valoran la especulación.
Por eso, me asusta que muchos hablen sólo de los políticos que se han llenado los bolsillo, siendo, como son, una minoría. Me asusta porque es un paso para que en los pequeños pueblos sólo se presenten aquellos que cuenten con capital y respaldo suficiente, Y la democracia no es eso. La democracia trata a todos por igual. Por tanto, en los pueblos debe valorarse la entrega de unos al trabajo, las críticas, debe valorarse, compensándoles por ello, aunque sea poco. De esa forma, se acabó, en su día, con los que siempre mandaban. O, acaso ¿vamos a permitir que vuelvan a gobernar los que más pueden, porque tienen más tiempo y más dinero?
De cualquier forma, esta es una reflexión que merece capítulo aparte.

domingo, 15 de enero de 2012

POLITICAS DE CAMPANARIO

Recuerdo el concepto bien traído por Don Juan Cruz Alli y que sigue lamentablemente vigente en algunos mal llamados políticos de la Ribera, aunque crecen por toda España y extranjero, cuando decía que se hacía mucha política de campanario. Y así es. Es cuando se hacen propuestas, se plantean actuaciones, se reniega de cosas, todo de cara a la galería, mientras se esconden las verdades que conllevan, los hechos que no se ven, ni se muestran y a los que se les quiere quitar importancia. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en un Ayuntamiento pequeño como Cabanillas, pero que ocurre del mismo modo a nivel Foral o nacional. En el último pleno celebrado en Cabanillas se aprobaron las asignaciones a los Corporativos con una rebaja en el presupuesto de, nada menos, que de 10.000 euros. El hecho pasó inadvertido para la oposición de UPN porque el presupuesto que se estipuló, unos 30.000, incluye asignaciones a los grupos municipales para su actuación. Esto implica que los grupos puedan contar con dinero para llevar a cabo actuaciones y propuestas más adecuadas, ya que los ediles de un Ayuntamiento no tienen por qué ser expertos en todo, ni saber de todo. Así con ese dinero pueden buscar asesoramiento para complementar los pequeños servicios con los que cuenta un Ayuntamiento como el nuestro y plantear cosas que se puedan hacer, cosas con cabeza. Pues bien, UPN dijo que no quería ese dinero, planteando que lo pague cada partido político. De cara a la galería está muy bien decir, renuncio a ese dinero para que se quede en las arcas municipales. Quedaría muy bien, si no fuese porque ese grupo político cogobernó, y cobró una serie de reuniones que el actual equipo de Gobierno socialista, considera excesivas porque algunas consignaciones forman parte del trabajo que se espera de un concejal. Por ejemplo, se cobraba 50 euros por reunión y concejal hasta cuando se reunían con asociaciones de nuestro pueblo en nuestro pueblo. Si quieren les doy unos ejemplos: 20 de septiembre 2007: inauguración Zona Chic Castejón, 50 euros por pasarlo bien. 24 de octubre, 20 de noviembre y 4 julio 2008: Reunión Junta de Viviendas VPO en Cabanillas: 50 euros. 27 de octubre: Entrega Zahorí Plata: 50 euros. En el 2008, reuniones para el pacto local de Igualdad, 50 euros reunión. Reuniones con Cruz Roja, otros 50. 
Para terminar un ejemplo de 2011 en el que por asistir a una reunión de la Residencia en Fustiñana hay a quien no le tembló el pulso y cobrar dos reuniones, es decir, 100 euros, ya que se planteó una sesión ordinaria a las 12 horas y otra extraordinaria a las 12:30. Es decir, sin levantarse de la silla se computan dos reuniones. Legal, pero ético no sé hasta dónde, máxime cuando después se va presumiendo de no querer cobrar, evidentemente, lo que se ha cobrado, pero para su bolsillo y no para el común. Después vino lo mejor porque se quejan de que no les dejan hablar, pero interrumpen continuamente y así critican que no se les llama para realizar los presupuestos, el Partido Socialistas tiene la mayoría, la que nuestro pueblo le otorgó, pero se les da un borrador siete días antes de la Comisión de Hacienda y no llevan a ella ninguna propuesta, ningún tipo de trabajo previo. Eso sí, como buenos políticos de campanario llevan al pleno tres mociones: para bajar el presupuesto de fiestas, que ya estaba contemplado en los presupuestos; para hacer una página web, que también estaba incluida en los presupuestos y para promover el evento del Judas, cuestión lógica y normal, porque sólo tenemos la Iglesia y el Judas como eventos turísticos, además de Bardenas. Esperamos que habiéndoles dotado, con un sueldo a cada concejal de 700 euros anuales, trabajen más las propuestas y se dignen asesorarse un poco, aunque como han renunciado a esa posibilidad se supone que saben de todo.

lunes, 9 de enero de 2012

EL HARTAZGO QUE VIENE DE SIEMPRE

EL HARTAZGO VIENE DE SIEMPRE
Este año ha venido marcado por el movimiento 15-M y quiero terminar o, más bien, comenzar el año haciendo una reflexión sobre el mismo y sobre lo que he podido experimentar. Creo que es un movimiento de hartazgo, pero he de decir que ese hartazgo hace tiempo que existía. Yo recuerdo mi hartazgo cuando estaba en la universidad; cómo creías que el periodismo te llevaría a cambiar las cosas o a denunciarlas. Creías que manteniendo tus ideas, no traicionándolas podías cambiar las cosas, podías cambiar cómo se hacían las cosas hasta en la propia Universidad. Yo dejé el doctorado por esa convicción. ¡Ilusa! En suma, creías que con una actitud rebelde podías cambiar algo. Lo que ocurre que, en mi época, y hablo de los 80, empecé la Universidad en el 86 para que os hagáis una idea, no había redes sociales, ni internet, así que la difusión de ese hartazgo quedaba mediada, curiosamente, por los medios de comunicación.
Hoy ese hartazgo ha tenido el privilegio de contar con un enorme altavoz en internet. Sin embargo, peca de lo mismo que pecamos todos, de demasiado corazón, de inocencia. Porque al final, al sistema hay que vencerlo desde dentro e, incluso, desde ahí te encuentras con enormes dificultades.
A mí me ha tocado como periodista intentar informar sobre cómo se hacen las cosas. E intentando por todos los medios hacer un periodismo independiente y te encuentras continuamente con la misma canción: para ejercer, para que haya un medio de comunicación tiene que haber detrás un poder económico que lo sustente. Y, adiós, con la Iglesia hemos topado Sancho, pero esta Iglesia es mucho más dura. Así que te cortan las alas rápido a nivel periodístico. Y sin embargo, hay mucho que hacer a nivel local porque la información es pésima.
Así que después de dejar el periodismo, sin haber dejado de seguir mis ideas, al tiempo me meto en política. La razón, muy simple, lo que he dicho, las cosas se cambian desde dentro, es algo que te vas dando cuenta, poco a poco, cuando empiezas a conocer las estructuras por donde se mueven todos los entramados de poder y, ojo, creo que nadie consigue conocer todas. De hecho, creo que yo también pequé siendo periodista, como muchos siguen haciendo, creyéndome el adalid de la lucha por unas ideas. Cuidado, a veces, silenciosamente se hacen muchas más cosas, aunque, evidentemente, es más duro y más solitario. Creo que hay gente que lo habrá intentado hacer así y muchos periodistas ni nos habremos dado cuenta porque, como todos, acudimos al vociferio.
Las estructuras administrativas
Por eso, una de las cosas que no entiendo del 15-M es su generalización. Hablan de los políticos y lo meten a todos en el mismo saco. Y no es así. Hay muchos que luchan y trabajan por unas ideas, por lo que creen justo. Gentes que, sin tener formación, se han hecho a sí mismos, sin necesidad de títulos que los acrediten como grandes economistas, gentes que están en los Ayuntamientos rompiéndose el lomo, dejando sus horas de familia. Yo lo he visto. De eso el 15-M no dice nada, ahí lo quería ver yo, luchando realmente, porque ahí está la lucha en las Administraciones, rompiendo moldes. Porque en la Administración hay mucho que hacer, mucho que variar. En lo local, nos encontramos con el inmovilismo de un funcionariado apoltronado que casi se convierte en gobernante más que los propios Alcaldes; con formas de hacer las cosas que no se cambian porque siempre se ha hecho así, y así quieren que siga haciéndose, sobre todo, algunos funcionarios. ¡Cuidado 15-M que, a veces te equivocas en el tiro cuando sólo hablas de políticos!, y te lo digo por propia experiencia. Hay políticos que se encuentran con enormes dificultades para cambiar las cosas, con la inmovilidad local, con el chovinismo chabacano de los pueblos, aplaudido por algunos políticos interesados, con esa mentalidad de no querer variar las cosas, del exceso de localidad.
Hay tantas cosas que se descubren que ya les iré contando, si me dejan tiempo.