Y esa es otra, porque aquí todo
el mundo cree que el trabajador público es uno que está en una oficina, a
cubierto. Y no señores, aquí hay de todo, y muchos de los sueldos de los
trabajadores públicos, publicados en el BOE, para el que quiera verlos, y sin
dietas, transparencia total, son míseros. Los trabajadores del Estado pueden
cobrar la mayoría unos 1.100/1.200, de media, aunque muchos bajan hasta 700.
Claro que hay quien cobra más, pero el grueso no es ese. Hoy eso parece mucho,
pero hay padres de familia que deben buscar un segundo empleo para tener
suficiente. Le voy a poner un ejemplo, yo misma, por hacer 7 noches al mes
cobro un plus de 30 euros frente al que no las hace, incluido el trabajo del 24
o el 31 de diciembre por la
noche. Ni un euro más por hacerlos, que siempre nos toca.
Y estoy de acuerdo. Hay
trabajadores públicos que, a veces, se echan un poco a la bartola. Como en
cualquier lugar y empresa. Y dirán, pero a los demás los echan. Ya, pero es que
hay mecanismos para hacer expedientes a los trabajadores públicos, que la
administración maneja como quiere y según quiere. Normalmente, los políticos
echan la culpa a los sindicatos que obstruyen cualquier diligencia contra los
trabajadores públicos. Pero, realmente, son ellos, la propia administración
quién lo consiente, porque le interesa. Así, si el trabajador le cae bien, o, como pasa en los
Ayuntamientos, es del pueblo, ancha es Castilla, que me traiga votos y me haga favorcillos; y si le cae mal, o no le pasa actuaciones indebidas ya puede
verse con sanción de empleo y sueldo. Es decir, ustedes, señores, intentan
manejar constantemente al trabajador público según su conveniencia, porque lo
que les importa es que esté a su servicio y no al del ciudadano. Y eso es lo
que están intentando hacer: desprestigiarnos. Han dicho que no éramos
necesarios, porque lo que quieren es que seamos trabajadores privados a su
servicio.
Y la gente, el común de las personas, que lo está pasando mal, les cree, porque ven que tienen un empleo fijo. Y así han conseguido matar dos pájaros de un tiro: desprestigiar al trabajador público (para dominarlo) y dividir a los trabajadores.
Y la gente, el común de las personas, que lo está pasando mal, les cree, porque ven que tienen un empleo fijo. Y así han conseguido matar dos pájaros de un tiro: desprestigiar al trabajador público (para dominarlo) y dividir a los trabajadores.
Y como la información es algo que
a su partido, a sus socios en otras Comunidades, como UPN, y a la propia
sociedad, hay que reconocerlo, le trae sin cuidado tienen abonado el campo para
que la borrasca no vaya con ustedes y nos la echemos en cara entre nosotros.
Pero, señor Rajoy, y compis, el
engaño no se puede mantener siempre.