miércoles, 24 de octubre de 2012

Perder la calle

El partido socialista está perdiendo la calle. Con la que está cayendo y no logra transmitir los éxitos socialistas, que los hay, y parece adormecido discutiendo sobre el sexo de los ángeles o lo que es lo mismo, sobre filosofía política.
Hoy por hoy la política no tiene que hablar de sí misma, sino sobre la calle. El Partidos socialista, al contrario que la derecha, no cierra filas, las agrupaciones no se apoyan mutuamente y, más aún, ni siquiera las propias agrupaciones van a por todas. En este panorama, UPN, con los grandes medios de comunicación a su favor y con un cierre de filas impresionante, tiene la calle ganada. Los afiliados de UPN se juntan en los bares, comentan, hablan por la esquinas, cuchichean, dicen lo que sea que algo queda y consiguen ganar la calle.. No hacen nada, no saben, ni dejan hacer, pero eso es lo menos, porque hablan.
Mientras, en las agrupaciones socialistas, los afiliados están cada uno en lo suyo, no sienten que hay que ganar la calle, no sienten que los problemas hay que atajarlos juntos, que si han que incentivar la economía hay que hacerlo juntos. Se espera que los Ayuntamientos tengan la varita mágica y no existe. Se habla de dinamizar agrupaciones, lo cual quiere decir que, hasta ahora, estaban adormiladas o de meras comparsas. Y ¿cuál es la razón de que estuvieran así? ¿De quienes dirigen o también de la dejadez de los mismos miembros? De todo un poco, porque esta vez hay que empezar a responsabilizarse todos un poco. Hay mucho, demasiado socialista tumbado a la bartola y es hora de despertarlos. Se que esto no va a gustar, no escribo para gustar, como otros,. Me importa un bledo la corrección política. Lo que me importa es lo que veo que se está haciendo con nuestros derechos y nuestra democracia; me importa que se eche a la gente a la calle para contratarla después con un sueldo un 40% más bajo; me importa que la juventud tenga que mendigar un empleo y sin cobrar, me importa que la sanidad y la educación se conviertan en un negocio, entendiéndolas siempre como un balance económico. Me importa que se acuse siempre a los trabajadores, me importa que nuestros mayores sean un gasto; me importa todo eso y ¿a ti? A ti, ¿qué te importa, que no haces nada? Muévete, busca tu agrupación, habla de lo que te preocupa. Habla de lo que piensas, porque piensas ¿no? Pues dilo, no te calles, no es hora de callar.

martes, 23 de octubre de 2012

Crisis democrática, Crisis de información

 Llevamos tanto tiempo hablando de números que casi no nos percatamos de otras cosas que no se midan directamente en euros. La crisis democrática que estamos viviendo pasa completamente desapercibida. No pretendo entrar a valorar la escasa motivación política de los ciudadanos, que además redunda en su perjuicio y a la cual parece que todos estamos acostumbrados y que aceptamos. Algo preocupante, pues cuánto menos interés por la política más fácil será que acabe en manos de unos pocos, y eso de democracia tiene poco.
Hoy quiero hacer hincapié en la situación de los medios de comunicación. No debemos olvidar que uno de los pilares básicos de la democracia es la información y si ésta se ve truncada vamos democráticamente mal. Esta crisis está afectando negativamente a los medios de  comunicación que, como ciudadanos, necesitamos. A los medios locales y regionales, sobre todo, aunque no creo que se queden fuera los nacionales.
Muchos ya no informan, buscan la información que les puede dar cierta rentabilidad económica y lo hacen para subsistir. El derecho a la información del ciudadano se ve así menoscabado y en peligro.
Parece evidente que en un momento en que muchas personas están pensando cómo dar de comer a sus hijos el mes que viene, el tener o no tener información puede resultar peregrino. Por supuesto, que lo primero es lo primero. Pero estamos hablando de que en esta España todavía hay quienes abarrotan los hoteles en los puentes. Por tanto, todavía hay quienes tenemos que luchar por mantener los derechos que logramos hace más bien poco. Los que podemos, tenemos que luchar por los que no pueden.
Sin embargo, aquí aparece otro problema: que aquel a quien todavía la crisis no le ha tocado de lleno está muy tranquilo en casa. Nos hemos acostumbrado a que las cosas están ya hechas,
Pero hoy no lo están. Todo se tambalea. Cuando se está poniendo en tela de juicio derechos como la sanidad, la educación o la información, cuando la representación de los trabajadores resulta ser un problema, no podemos estar tranquilos. En realidad, tenemos que hablar de una crisis más grave, una crisis social. Con falta de compromiso por parte de todos y de eso se están aprovechando: del todos contra todos, del difama que algo queda y estamos cayendo en la trampa.
Parece mentira, pero quizás hay que retomar aquello que dijo JFK: no preguntes qué hace tu país por ti..... Pero eso va a ser el tema de otra reflexión.

martes, 16 de octubre de 2012

Reflexionar "Entre la Vega y la Estepa"


Del 4 al 7 de octubre se han celebrado las I Jornadas Medioambientales “Entre la Vega y la Estepa” en Cabanillas. Unas Jornadas a las que han asistido expertos a nivel nacional e internacional como Miquel Porta Serra, investigador que ofrece conferencias en las principales universidades como Boston, Harvard, y que no dudó en señalar que da la misma importancia a una conferencia en Boston que en Cabanillas. Y ¡vaya que si lo hizo! Todos aquellos que pudieron escucharle quedaron embelesados por la forma de comunicarse de un investigador como él. Dos horas estuvo hablando y las personas que allí estaban todavía esperaban más.


Del mismo modo, podemos hablar de la mesa de residuos, a la que asistieron gentes expertas en este tema que se fueron con un buen sabor boca.

Después, llegó el sábado. A la excursión a Bardenas acudieron algunos ponentes, como Antonio González, Director Técnico de Foro Nuclear que disfrutó enormemente de su estancia en Cabanillas, o Roberto Hartasánchez del Fapas, premio nacional de medio ambiente de 2009 y que también se quedó enganchado con el desierto de Bardenas.

Es decir, no sólo pudimos escuchar reflexiones de los principales problemas medioambientales que existen hoy en día, sino que logramos conectar con unos ponentes que además de ser expertos en materias, son personas con ganas de conocer.

Lo importante y lo lamentable

Pero lo importante de las Jornadas es lo que significa el hecho de que una pequeña localidad como Cabanillas apueste por la información, por la reflexión. En una época en la que internet domina creemos que tenemos toda la información posible, pero ¿cómo la seleccionamos? Ese es el problema. No seleccionamos y, por tanto, el bombardeo de información no lleva a ninguna reflexión, porque no compartimos con los demás, estamos solos ante el ordenador y buscamos lo que nos gusta, nos interesa y más se asemeja a nuestro pensamiento. No buscamos lo que no va con nosotros, esos puntos de vista diferentes. Hace tiempo que la ciudadanía ha dejado de interesarse por las cosas y sólo le interesa lo que le afecta directamente, aunque todo le afecte.

Además, de este aspecto es la apuesta por seguir invirtiendo, en una época de crisis, una pequeña localidad ha querido hacerse un hueco a nivel nacional, ha querido dejar patente que el control del gasto no está reñido con seguir invirtiendo e invirtiendo en la formación de las personas, que es la base de nuestra democracia.

Lo lamentable es que ni organizaciones ecologistas, salvo una de Pamplona, ni quienes dicen dedicarse al medio ambiente pasaran por Cabanillas a escuchar. Quizás debemos reflexionar sobre algo más, ¿tendrán razón quienes apuntan hacia la Ribera y la califican como una zona poco reflexiva, por no decir algo más fuerte? Yo pienso que no, por eso entiendo que se debe seguir insistiendo en animar a la reflexión y al debate. Quien no quiere esto es quien desea tener a los ciudadanos sumidos en la más absoluta de las ignorancias y eso ya sabemos quien lo ha promovido siempre, quien desea que la educación, la formación no llegue a todos por igual.