miércoles, 4 de julio de 2018

PEDRIGRÍ HUMANO

Un amigo mío, que suele hacerme preguntas para derretirme el cerebro, me lanzó una cuestión un día que andábamos observando la actitud de los perros para intentar explicarnos cosas: ¿los humanos tienen pedigrí? me espetó. Y claro, la cuestión se las trae porque si lo interpretamos como lo hacemos con los animales la cosa tiene miga.
Vaya por delante que ni soy zoóloga, ni veterinaria, ni pretendo serlo. Sólo son apreciaciones sobre el mundo que nos rodea, con alguna pequeña pizca de conocimientos ambientales. Un animal con pedigrí es, digamos, de pura raza; pero para ello suelen cruzarse entre los propios de su raza y, si no hay demasiados, lo que ocurre es que tendrás un perro con pedigrí, pero con una genética algo repetitiva, endogámica y, por tanto, pobre en las sucesivas generaciones. Esto es así en la naturaleza; de hecho, actualmente, se está intentando que las comunidades de animales salvajes no queden aisladas para que no se vaya degradando la especie. Ejemplo es la comunidad de osos en Asturias. Hay dos zonas, pero están separadas por el hombre y se espera que, un día, puedan mezclarse.

De hecho, se reconoce que los perros sin pedigrí o chuchos suelen ser perros más fuertes: se van mezclando unos con otros, no tienen en cuenta razas, ni características físicas, ni nada de nada. Prima el aquí te pillo, aquí te mato, la Ley natural de la procreación. Lo de las razas es asunto nuestro, no de ellos. Claro que entre los animales salvajes quien procrea suele ser el más fuerte y el genéticamente superior, ya que sus únicas armas para sobrevivir suele ser una buena genética. Son asuntos distintos: una cosa es la mezcla de comunidades y otra quién prima dentro de esas comunidades.

Bien. En este punto traslademos la cuestión a lo humano, como animales que somos, en realidad.

Empecemos por la mezcla. Y he aquí las preguntas: ¿es mejor que nos mezclemos? ¿O preferimos tener pedigrí aún a costa de, quizás, posibles deterioros genéticos?

Cuando apelamos a la raza, como algunos hacen, ¿lo han pensado bien? Cada cual que haga sus propias reflexiones. El mundo animal siempre nos da ciertas pistas.

Yo por lo pronto me declaro humana sin pedigrí. Una chucha con mezcla Normanda, Navarra y quién sabe cuántas cosas más.

Ahí lo dejo.