lunes, 9 de mayo de 2011

TODOS AL PAREDÓN

Me estoy embarullando con lo de ETA casi tanto como con la economía. Hay veces que tengo la sensación de que algunos nos quieren tener amarrados continuamente al miedo a ETA; que ETA les viene bien para su discurso. Como si el problema de ETA no tuviera más que una solución: la que unos y sólo unos estipulan que sea y que no sabemos exactamente cuál es. Todo el mundo está de acuerdo en que ETA debe dejar las armas (bueno, hay algunos que no se creen que todo el mundo lo quiera). Ahora bien, el tema está en cómo se debe llevar a cabo. Porque, imaginemos que quieran dejarlas. Como nadie sabe cuántas tienen, la cosa no puede quedarse en que unos etarras dejen un montón de pistolas en un sitio, porque, evidentemente, los de siempre, no les van a creer (a veces dudo que crean que han nacido). Imaginemos que las dejan en un montón. Ya está, y ahora, ¿qué hacemos con ellos?, con los protagonistas de los asesinatos ¿Los metemos a todos en la cárcel? O, mejor, hacemos la política que últimamente aplauden algunos con las “Orejas”: les pegamos un tiro en la nuca, como hicieron los americanos con Bin Laden. Incluso podríamos imitarles y entrar a saco en Francia, a lo Rambo, pegando tiros y matando etarras. Suena un poco fuerte, pero muchos aplaudieron, festejaron y felicitaron a Obama efusivamente por la muerte de Bin Laden, un asesino, sí, pero también lo fueron los nazis, y de los grandes, y tuvieron su juicio Nuremberg,
Lo que pasa es que esos mismos que aplauden la justicia a tiros de este caso, se llenan la boca criticando al Gal, lo cual es un poco incongruente ¡Vamos, que no se entiende muy bien! Como tampoco entiendo a esos comentaristas de tertulia rabiosa que solo aprecian como víctimas del terrorismo a los de su propio partido y se permiten no sólo criticar, sino insultar a las víctimas que no están con ellos, que no les votan a ellos (como hicieron con Eduardo Madina). Ahora, como levantes tu la voz... Parece, a veces, que sólo ha habido víctimas de un partido, que sólo ellos llevan escolta. Y tampoco me cuadra que esos mismos tertulianos justifiquen al Gobierno estadounidense para que no desvele cómo se han llevado a cabo la acción contra Bin Laden en Pakistán, argumentando que son cuestiones de seguridad antiterrorista y de servicios secretos, pero pidan al Gobierno español que desvele todo sobre su política antiterrorista, dando la vara todo el tiempo con el caso Faisán.
Y es que este tipo de cosas son unos debates muy socorridos para el Partido Popular, que busca sobresaltar a su patio. Hace esto porque se dedica a “vomitar” consignas, como las del PSOE es ETA o cosas por el estilo, que no tienen ni pies ni cabeza, ni falta que le hacen, porque lo que buscan es llegar no a la cabeza, sino al estómago de sus acólitos para que empiecen también a vomitar lo mismo. Todo muy agradable. Entenderíamos que el caso Faisán fuese un caso si no se hubiese seguido deteniendo etarras. Pero resulta que se ha ido descabezando la banda con detenciones aquí y allá. Y me parece que el PP sabe de sobra lo que está haciendo, porque ha sido Gobierno. Estoy segura que, como cualquier otro Gobierno de cualquier otro país, ha tenido que mantener un hilo conductor con la banda terrorista ETA o con las bandas de delincuencia organizada ( aunque lo nieguen o lo llamen diálogo). Sencillamente, es la única forma de mantenerlas controladas, sabiendo en cada momento lo que planean, lo que están haciendo, evidentemente mediante los servicios secretos.  Por tanto, saben bien  que en la política antiterrorista, como en la lucha con el narcotráfico o la pederastia, por poner algunos ejemplos, no puede haber luz y taquígrafos porque hay informadores, topos, gente infiltrada, investigadores e investigaciones en marcha que se pueden ir al traste. En suma, gentes que se están jugando el tipo y la geta para que luego vengan unos mandamases bien cubiertos de escoltas y vayan pidiendo al Gobierno que suelte prenda, que hable para ponerlos a todos bajo el ojo del cañón. Saben que el Gobierno no puede contestar, no puede aclarar nada por responsabilidad de Estado, por responsabilidad con quienes están trabajando, porque de lo que no se puede hablar, no se puede, aunque me pongas contra las cuerdas. Y qué bien lo saben utilizar, aunque, a veces, se les note las incongruencias.
Y estas incoherencias pasan cuando se utiliza la política antiterrorista para ganar votos. Al final, vamos a echar de menos a Manuel Fraga que, como hombre de Estado, sabía que eso es un asunto que nadie puede tirarse a la cara, porque todos han sufrido el zarpazo de ETA y nadie puede colocarse el cártel de víctima exclusiva, de defensor en exclusiva de sus derechos, menos aún cuando eres capaz de insultarles.
Así que, con estas idas y venidas que tienen algunos con la política, que aquí digo una cosa, pero con Estados Unidos otra, me estoy volviendo un poco loca. No les voy a engañar, a veces, siento lástima por ellos, porque tanta mala leche que se gastan algunos no puede salir más que de un sitio: una enorme almorrana. Pobrecillos.