Ser política y ser políticamente
incorrecta parece un contrasentido, pero creo que es propio de quien habiendo
sido periodista acaba queriendo hacer política. Cuestión harto difícil para
quien ha intentado buscar la verdad en su labor profesional y sigue tendiendo a
ello. ¿Qué es lo que ocurre? Que acaba diciendo la verdad a la gente y mucha
gente no quiere oír la verdad, quiere que le mientan, que le enjabonen los
oídos, le den palmaditas en la espalda y le digan vamos a hacer todo lo que
podamos por cambiar esto. Y lo cierto es que no pueden hacer nada, primero
porque no depende de ellos y segundo porque tampoco saben cómo. Al final quedan
bien, todos tan felices, y ninguno ha solucionado nada.
Conmigo no va eso. Yo digo lo que
ocurre, si algo es difícil porque está la ley de por medio, pues es así, y no
intento adornarlo. Otra cosa es buscar soluciones posibles. Pero, nadie
quiere reflexionar sobre ello. Lo primordial es el jabón. Las soluciones no
importan. Eso es, lamentablemente una pequeña parte de la política, eso es algo de
lo que me estoy dando cuenta y me da pena. Pero sigo pensando que políticos,
políticamente incorrectos hay muchos y que las cosas pueden cambiar. Porque sigo pensando que la política es la forma que tenemos en democracia de luchar por conseguir los objetivos sociales que podamos proponernos. Con la palabra y el convencimiento. (!vale! eso me ha quedado un poco... demasiado...pomposo. Odio otras palabras que suenan, eso pomposas¡).