miércoles, 3 de julio de 2013

SERVICIO NAVARRO DE EMPLEO PARA VAGOS Y MALEANTES

Parece que los servicios públicos empiezan a hacer el juego en la caza de brujas que ha iniciado la derecha contra esos trabajadores vagos, que se cogen bajas sin motivo y que somos todos,  y contra esos parados, que no quieren trabajar y que también somos todos.

Les pongo en situación para que entiendan el absurdo. España, Navarra, tasa de paro nunca vista. Un Ayuntamiento pequeño, de unos 1.500 habitantes, saca a concurso tres puestos de trabajo con el fin de aliviar la situación de unos pocos. Puestos, lógicamente, sin excesivas exigencias, graduado escolar, para que pueda acudir desde una persona sin experiencia ni formación hasta un licenciado.

Definición de los mismos: peón. Se comunica la oferta al Servicio Navarro de Empleo (SNE), de los casi 100 desempleados de la localidad, sólo 37 son avisados, algunos de ellos ni siquiera tienen ya intención de trabajar, por la edad y otras circunstancias. El resto, aunque alguno pueda tener una necesidad acuciante, se queda en el camino. La estructura política del SNE no entra a considerar si dentro de los que se han quedado fuera podría haber gentes con necesidad. Eso son cuestiones humanas que no van con las formas de trabajar de este servicio: hay un protocolo, hacer una búsqueda y si no estas apuntado a la categoría de peón, pues adiós muy buenas. No piensen que pueden apuntarse a todas las categorías, sólo hay 6 posibilidades y desconozco si existe la categoría: “cualquier cosa ya, por favor”, que debiera ser incluída, en vistas de esta situación. Al final, ratio de 10 inscritos para tres plazas, increíble hoy en día.

Solución que aporta el SNE para que esto no ocurra: el Ayuntamiento tiene que informar a los parados de la localidad, mediante un bando, ya que la institución municipal no tiene por qué conocer a todos los desempleados. Una vez enterados por el bando, deben acudir al SNE para apuntarse en esa categoría. Luego el Ayuntamiento comunica la oferta de empleo al SNE y luego éste avisa de la oferta (que ya conocen), a los parados, que tienen que ir a apuntarse con ella al Ayuntamiento. ¡Olé, la administración, olé los servicios! Hay algo más rocambolesco. No les sobran pasos por algún lado. Pero, entonces, ¿para qué narices queremos este SNE? ¡Si ya les he dicho a los parados que vengan! Quizás si escucharan a los trabajadores quienes organizan los servicios esto no pasaría. Pero, al final, eso, al inicio me remito: así pueden controlar a esos vagos de parados que no quieren trabajar. Si no de qué. ¡Qué país!

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