lunes, 30 de mayo de 2016

DEMASIADA POLITICA AMBIENTAL BASADA EN LA DEMANDA

No es fácil agradar a todo el mundo y hay quienes no pueden permitírselo; como aquellos que se dedican a la protección y conservación de la naturaleza. Y quienes verdaderamente se dedican a esa protección saben que la política ambiental no existe en ningún partido político, sea del color que sea: nuevo, viejo, transversal, mediopensionista o como quieran autodenominarse. Porque en política se busca dar soluciones momentáneas a los problemas; algo esencial, sin duda, pero obviando el futuro.
 
Hoy en día, más que nunca, la política se define a través de la demanda, pocas veces a través de la oferta. Pongamos un ejemplo concreto, el caso de los ríos y el agua: la política del agua y de cómo actuar se define por la demanda de quienes exigen agua, no desde una conciencia de la oferta y la gestión que se puede hacer de la misma, de las posibilidades reales y futuras que es lo que impulsa la nueva cultura del agua.
Lo mismo ocurre en todos los ámbitos de protección ambiental. Existe una demanda de
suelo para la producción de energía y se plantea cómo encajarla para que quede bien en un marco de explicación política; a nivel global, se establecen cupos de contaminación, porque hay una demanda, una necesidad de emitirla. Un encaje político que tiene que ver, en muchos casos, con el peor concepto que se ha podido establecer, el desarrollo sostenible, pues sostiene que es posible un desarrollo constante, un consumo constante y que además sea sostenible. No nos engañemos. No puede ser, cuando los recursos son limitados y nuestra voracidad ilimitada, algo no va a funcionar como se pretende.
Es necesaria una gestión del consumo, un cambio de mentalidad ciudadana. Una gestión que debe basarse en el conocimiento de las demandas que proceden más allá de los grupos de presión: la demanda de los ríos, la demanda de las especies que nos otorgan el equilibrio, la demanda de nuestro aire, de nuestra tierra. Pero eso significaría no agradar a mucha gente: agricultores, ganaderos, empresas…
Por eso algunos grupos que recogen la voz del agua y las especies suelen ser silenciados. Supongo que poca gente sabrá que este año se cumplen 25 años del nacimiento de un proyecto, de la andadura de unos cuantos locos conservacionistas que se unieron en GURELUR, Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural.
Durante esa larga trayectoria, el grupo se ha visto envuelto en grandes conflictos con la Administración, fuese del color que fuese. Porque un grupo conservacionista no está para hacer política, no está para agradar, sino para decirnos, en nuestra cara, lo que estamos haciendo mal. Ha denunciado numerosas actuaciones que van desde la política energética al escaso respeto por las leyes de protección.
Pero también ha aportado proyectos enriquecedores como el Centro de Ilundain, expropiado a Gurelur, la Estación Biológica de Arguedas, poca aprovechada por unas instituciones cegatas, las campañas salvemos el aguilucho, que lograron la concienciación de muchos agricultores, el censo de cigüeñas y tantas otras iniciativas de carácter colaborador.
Sin embargo, todas ellas no han logrado contrarrestar el malestar que generan sus denuncias; tampoco eso desmotiva a las personas que lo integran porque saben que ese no es su objetivo, no es agradar. Sus objetivos son a largo plazo, cuando ya no podamos  darnos cuenta de que aquello que denunciaban iba en nuestro propio beneficio.
Yo soy miembro del Comité Regional del Partido Socialista de Navarra y miembro de Gurelur desde hace años. Es compatible. No estoy de acuerdo con mi partido en algunas cuestiones como el caso de los ríos; tampoco entiendo la falta de respuestas claras de otros. Pero, puedo disentir y seguir siendo del mismo partido, compartiendo otras visiones. Esa es la gran diferencia. Porque sabes que puedes hablar y explicar y quizás, algún día, impregnar de una nueva mentalidad a las generaciones siguientes. Porque, como alguien dijo, los sueños son lo más real, porque permanecen inalterables a la acción degradante del mundo.
 
 

3 comentarios:

Parus dijo...

Me ha emocionado. Eskerrik asko Marta!

Anderyomismo dijo...

Me ha gustado todo,tal y como lo has relatado y bien clarito, haber si alguien se aplica, saludos

Anónimo dijo...

Gracias por poner la voz y las palabras a mí, al grupo y a todos quienes desde su ostracismo piensan lo mismo que tú. Has sabido plasmar el sentimiento en unos cuantos párrafos que junto a otros, un día, confío servirán para sacudir esas conciencias tan hartas de ver a politicuchos de salón andar entre bambalinas. Ya me gustaría verles con la camisa y los pantalones remangados trabajando por cualquiera otra cosa que no fuese altruismo puro y duro como hacemos algún que otro ... "loco". Charo Urbiola