jueves, 29 de enero de 2015

MUCHO MÁS QUE UN LABORATORIO EN EL REINA SOFÍA

Han comenzado las movilizaciones por el mantenimiento de los laboratorios en el Hospital Reina Sofía, pero creo que la cuestión es mucho más amplia que un laboratorio. Quizás el debate lo estamos limitando a cuestiones económicas o sanitarias, que si la sangre viaja, que si el laboratorio centralizado puede ser más eficiente...No lo sé, son cuestiones que al común de los mortales se nos escapan, fundamentalmente porque no contamos con datos, ni conocimientos suficientes. Eso lo hacen los profesionales que están haciendo una enorme labor explicándonos, a través de charlas, en distintas localidades, su visión del problema. Nosotros, al menos, sabemos otras cosas, que aquí en la comarca de la Ribera o te dedicas a la agricultura, ganadería, a apretar tornillos o ser administrativo, o ya puedes ir cogiendo las maletas. Aquí, en esta zona, de impulsar la investigación, el empleo de calidad, que los jóvenes puedan ver en esta zona un lugar donde impulsar proyectos, donde quedarse para prosperar, para crecer profesionalmente, nada de nada. Resulta curioso que investigar centralizadamente en Pamplona sea una inversión y hacerlo en otras zonas sea un gasto, siendo la misma cosa. Y así ocurre que es un gasto el conservatorio, es un gasto la universidad, son un gasto los colegios, es un gasto la sanidad rural, son un gasto las bibliotecas y, lo más importante, invertir en la Ribera es un gasto innecesario.

No, no estamos hablando sólo del laboratorio. Hablamos de mucho más, de impulsar una comarca, de vertebrar una Comunidad, de como suelen decir, potenciar el eje del Ebro. Quizás es que el Ebro pasa ahora por Pamplona. Por eso, hay que recordar que eso que dicen muchos no son meras palabras lanzadas cuando llegan las elecciones; eso conlleva hechos y esos hechos se articulan en proyectos. Puede que algunos proyectos puedan no dar sus frutos; pero si muchos emprendedores pensaran igual que las instituciones, no habría empresas pioneras.

No voy a recordar aquel estudio de la UPNA, no es necesario porque todos lo tenemos en la cabeza, y no voy a eludir cierta responsabilidad que tenemos también los ciudadanos que nos hemos conformado con las migajas que nos daban, con un hospital que, desde que lo hiciera Gabriel Urralburu, poco o casi nada ha mejorado, salvo lo que viene siendo chapa y pintura. Esa inversión fue esencial para nuestra comarca. Hizo de ella una potencialidad. Me pregunto qué más se ha hecho en la zona que pudiera dar un cierto prestigio, una cierta calidad a los empleos. Salvo carreteras y ese pequeño campus Universitario, por el que se luchó de forma conjunta, nada. Infraestructuras ejecutadas por grandes empresas cuyos ingenieros suelen vivir fuera de nuestro ámbito, salvo alguna excepción.

Quiero recordar aquello que nos decían para los negritos: no les deis pescado, darles una caña de pescar. Pues eso, mantengan nuestros servicios, que son la caña de pescar para poder mejorar como comarca . Estamos hartos de las potencialidades del Valle del Ebro; queremos que se conviertan en realidad. Sabemos, en la Ribera, que tenemos una agricultura especial que hay que potenciar, pero no sólo de pan vive el hombre. Nuestros jóvenes formados en las Universidades necesitan otros sectores donde trabajar. Y la economía de cualquier lugar requiere de diversificación. Eso quiere decir desarrollo de diferentes sectores para que la economía de un lugar no sea dependiente de un sólo sector. No soy economista, pero eso, al menos lo sé, y esperaría que nuestras representantes también lo supieran.

Espero que esos representantes estén a la cabeza de estas reivindicaciones. Algunos ciudadanos políticamente comprometidos, como yo me defino, sí lo estaremos. Porque hemos logrado grandes cosas juntos. Quiero recordar movilizaciones históricas como la de los pueblos de Fustiñana y Cabanillas, por primera vez unidos frente a un objetivo común, impedir la ubicación en Fustiñana de una empresa de residuos tóxicos. Fue un inicio. Al mismo tiempo, la Ribera se movilizó para lograr ese campus universitario y se logró. Y no quiero olvidar las movilizaciones en contra de la construcción del aparcamiento subterráneo en el Colegio Elvira España de Tudela, una pequeña comunidad, un Colegio, que sabía que la educación era más importante que el tránsito de vehículos. Y lo logró. No sé si olvido alguno, pero estos los viví especialmente. Por eso, volveré a estar y animo a todos a estar. Porque no hablamos de un laboratorio, hablamos de futuro.

Al menos, podrían pensar que si dejan aquí determinadas cosas tendremos más dinero y gastaremos más en Pamplona, a ver si así les pica el gusanillo. Lo malo es que muchos riberos se van más a Zaragoza. Va a ser eso.


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