sábado, 1 de febrero de 2014

UNA PRIMARIAS, SECUNDARIAS, POR AHORA

Las primarias del PSN son en estos momentos secundarias, o así me lo pareció a mí, tras el Comité Regional del pasado sábado. Sencillamente, porque lo que más importa al Partido Socialista de Navarra son las personas y sus problemas, que hoy en día son muchos y de gran calado: el paro, la rebaja de los salarios y de las condiciones laborales, el ataque a los derechos más elementales como la sanidad o la educación y hasta la propia libertad. ¿Alguien cree que nos preocupan las primarias ante este panorama, máxime cuando ya están decididas? Aquellos que tienen tanto interés, por algo será. Quizás porque están bien situados y cómodos, quizás porque no quieren que se hable de otra cosa. Yo no. Yo soy una simple militante, trabajadora de la Administración General del Estado, antes una mileurista, hoy una privilegiada; que sacó una oposición y que, hoy, como otros tantos españoles, no sabe si seguirá en su puesto; que sufre de cerca el problema del paro y la dependencia y lo que genera. Es decir, soy como tantos ciudadanos con problemas que no encuentran solución. Seguro que los míos son mucho menores que los de otras personas que ni siquiera tienen trabajo, pero, seguro que mayores que aquellos que sólo están preocupados por primarias abiertas o cerradas. Yo, como miembro del Comité Regional ni me planteo si primarias abiertas, cerradas o mediopensionistas. Porque vamos a hacer primarias, lo cual es un éxito, como dijo nuestro compañero Anai Astiz y luego ya veremos qué más hacemos, porque hay que hacer mucho más. Y porque en el Partido Socialista podemos debatir sobre opiniones divergentes y coincidir con unos en una cuestión y en otra con otros. Por tanto, me pregunto qué se quiere decir con sector crítico, ¿que siempre está en contra? Yo no he visto eso.

A mí, como a muchos, me preocupa que no se cree empleo, que no se pongan las bases de un futuro; que nos adoctrinen con discursos según los cuales es imposible mantener el Estado del bienestar y que nos tenemos que acostumbrar a otra formar de vivir: a pagar por la Sanidad, la educación, la Justicia… por todo. Y aquel que no pueda, le sugieren que lo asuma diciéndole lo que tradicionalmente ha dicho la derecha “pues lo siento, miren, así es la vida. Dios te recompensará en la próxima”.

Eso sí, quienes insisten en señalar que todos no podemos tener lo mismo y que no se puede ir gastando a lo loco, ellos "invierten" lo que no está en los escritos en Jaguars desconocidos. Eso sí, luego, suponemos, irán corriendo a confesarse poniendo a Dios, la familia, la bandera y la Patria por delante de cualquier derecho de las personas.

Y también me preocupa una Europa que nos incita a bajar salarios; o cómo vamos a restablecer los derechos cercenados por estos Gobiernos y cómo devolver a los ciudadanos los derechos que se privatizan. Cuestión harto complicada y que por esa misma complicación, la Justicia ha puesto freno a la privatización sanitaria madrileña.

Por eso, ante tal ambiente, a mi me preocupa qué hacer y qué vamos a debatir en la Conferencia Política, abierta a la participación ciudadana, y ya, luego, hablaremos de primarias.  Pero después de que hayamos escuchado los problemas de la gente y sus sugerencias. Y después de haber debatido cómo llevar a cabo en Navarra unas primarias abiertas y que sean lo más democráticas posible. No hay que olvidar la tradición Navarra, la falta de información, el adoctrinamiento y el adormecimiento informativo. Porque cuando hay gente que llega a decir que “no quiere que le hablen de política, que está harta, que todos son iguales”, mal vamos. Si la información nos hace libres y no queremos nada de ella, estamos completamente preparados para seguir con el adoctrinamiento y el mandamiento único.

Y aún diré más. Como miembro del Comité Regional señalaré algo que las fuentes mediáticas no señalaron, fuentes muy homogéneas a la hora de ofrecer la información a ambos medios escritos. Diré que estoy harta de salvapatrias, que nos bastamos los ciudadanos; que hoy, para mí, la patria es lo público y mi bandera la igualdad, la libertad y la justicia. Estoy harta de los continuos discursos, debates y tertulias que distraen de los principales problemas. Harta de los peligros que corre Navarra, cuando no corre ningún peligro. Hasta el moño de banderas y patrias, religiones o familias, que sólo responden a una sola y única. No hay más que ver la salida de Barcina infundiendo temor entre los navarros al grito de que viene Bildu. Infundir emociones, es decir, temores, es una de las formas de control del pensamiento individual y un manejo del lenguaje siguiendo las teorías de Alfonso López Quintás. Porque otra cosa es que, Barcina, plantease las cuestiones desde la razón, desde la serenidad y el análisis, pero es mucho más factible la emoción para no explicar nada.

De cualquier forma, ¿a qué viene tanto alboroto? La izquierda abetzale sabe desde hace tiempo de la importancia del dominio de la educación y la administración, todavía aún más cuando ETA mataba;  del mismo modo que lo sabía la derecha franquista en su época y de cómo intentó quedarse bien en su sitio al llegar la democracia. Tal para cual, a la hora de no dejar pensar.

Pues eso, mientras estos van a su bola, nosotros a lo nuestro que son los problemas. Que de las primarias ya hablaremos cuando toque, porque ahora estamos interesados en que la gente sepa lo que nos tienen preparado: un mundo lleno de trampas, pagos y copagos, de paro, de trabajos mal pagados, trabajadores enfermos en su puesto porque no se pueden permitir que les quiten una parte de su sueldo. De insolidaridad, de conformismo, de hastío, las mejores armas para el dominio. Pero, por supuesto, yo no estoy dispuesta a que dirijan mi discurso quienes tienen tantas ganas. 

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