miércoles, 12 de febrero de 2014

EL ARTE DE ESCURRIR EL BULTO DE LA DERECHA

No deja de sorprenderme la agilidad que tiene la derecha para escurrir el bulto cuando se pasa la línea roja de la legalidad. Esta semana tenemos el extraño caso de la Señora Goicoechea en Navarra, Vicepresidenta y Consejera de Hacienda, que, por supuesto, está limpia como el culito de un bebé, aunque le acusan de haber intentado que la Hacienda Navarra tuviera un poquito de mano dulce con algunas empresas. Pero, la culpa la tiene la señora Directora de Hacienda que, cuando vio esas cosas de las que habla, en sede Parlamentaria, no lo denunció en su momento. El hecho pasa a segundo plano, lo importante es por qué no lo dijo antes. Si la Consejera hizo o no hizo determinadas actuaciones no tienen importancia, frente a lo que hizo la Directora, que no denunció a su superior, (supongo que la Consejera), lo que estaba haciendo la Consejera (esto también es un arte). No cabe la menor duda, la culpa es de los demás. Es el arte de escurrir el bulto.

Pero igual que éste hay a patadas en el panorama nacional, local o regional. La derecha es una experta en escurrir el bulto y acaba siendo la más legal del mundo cuando es pillada llevándose al bolsillo algo que no le corresponde, ella o sus amigos. Me da igual que sea la Sra. Goicoechea, la Sra. Cospedal, hablando del trabajo en diferido de su marido, o de un concejal cobrando por ir de fiestas, o la mismísima Ana Botella afirmando aquello de “la duda ofende” cuando le preguntaban por las facturas que alguien paga de la boda de su hija.

No sé cómo se las apañan para legalizar todo lo que el sentido común de las gentes entiende como falta de ética o, más claramente, para entendernos, caradura.

Porque el señor marido de la Cospedal, por supuesto que puede trabajar en una empresa privada. El problema radica en que mientras los demás no encuentran trabajo, por mucha formación y dotes que tengan, hay unos cuantos, curiosamente muy cercanos a algún partido político, que siempre encuentran donde meter la patita y la cuenta del banco. Todo muy legal, dicen siempre. Por no hablar de esos jueces tan independientes con carnet del PP, eso sí, no es incompatible, muy legal ¡Oye tú, la duda ofende! Y a lo mejor todo es como dicen, legal. Pero, qué se yo, un poco de vergüenza, por favor. Los ciudadanos seremos molestos cuando gritamos y pedimos que nos expliquen cosas, pero tontos, tontos, señores, no somos.

Nos hablarán de legalidades, pero yo les hablaría de otra cosa que es muy antigua ya. Retomaría a Platón, siempre bien entendido dentro de la época en que vivió. Apostaba por unos gobernantes con sentido de lo público y con algo muy importante: ETICA. Mira si hace años que vivió y estos todavía sin enterarse de lo que es.

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