viernes, 14 de noviembre de 2025
TRABAJO O VIVIENDA, EL DILEMA DE LA POBLACIÓN
Mientras los políticos debaten, por decirlo de algún modo, porque más bien se escupen, sobre el tema de la vivienda, miles, por no decir cientos de miles de jóvenes y no tan jóvenes, no sólo luchan por encontrar un trabajo, sino por encontrar una vivienda en ese lugar de trabajo.
Hay jóvenes que con 23 años han tenido que renunciar a dos trabajos por no encontrar vivienda en la zona. Forestales, por ejemplo, que, a pesar de todo lo que han dicho los políticos, no han notado nada.
Jóvenes a los que los políticos pretenden embaucar con sus proclamas y que, a veces, lo logran, aunque otros hablan y te cuentan lo que ven. Sólo hace falta escuchar en la calle o en el metro.
Luego viene la cruda realidad para esos jóvenes: nadie quiere alquilarles una vivienda en la España vaciada a pesar de que llegan a salvarles las castañas del fuego y nadie se digna alquilarles una vivienda por dos/tres meses porque prefieren profesores de temporada. Luego salen los vecinos llorando por sus casas; yo les diría bien quemadas están, por no poner de tu parte en la protección de la misma.
Cierto que no estoy por la labor de culpar al ciudadano porque intenta vivir en una España que no deja; pero deben ser conscientes del riesgo que asumen diciendo a esos jóvenes que van de una provincia a otra haciendo prevención que no les interesan dos meses, pensando que van a perder dinero si luego viene un profe, sin valorar que esos jóvenes pueden salvarles la casa.
Sin embargo, no son estos los únicos que tienen problemas para encontrar una vivienda. En el extremo opuesto están, señores del gobierno, lo nuevos funcionarios de la administración a quienes les puede tocar Madrid o una capital de provincia cualquiera, donde tampoco hay alquileres asequibles. Esas personas que no son sólo jóvenes, que hay gente de 50 años y más y de menos que buscan por todos lados una vivienda que no se le coma la vida. Porque un administrativo, por ejemplo, es un C1 y su sueldo inicial es bajo y no me pongo a hablar de los laborales fijos, esos a los que el Gobierno tiene olvidados dedicándose a estabilizar interinos para pillar votos.
Y así me imagino a los jóvenes, ilusionados al principio, asqueados cuando se inician en la hecatombe que implica el trabajo. Les piden que estudien y muchos se tienen que ir fuera, mientras otros entran por la puerta de atrás.
Mientras crece esta sociedad individualista, esta sociedad confrontada, la del tú más, la que no analiza, no reflexiona, no piensa, no estudia, sólo lanza proclamas sin ir al fondo. No vemos soluciones por parte de este Gobierno, sólo busca culpabilizar a potros de su falta de ideas.
Así que, supongo, que esos jóvenes deben estar pensando en opositar para político para tener casa o lo que sea menester; o, quizás influencer en las redes, imitando algún político.
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