Y es que últimamente esto se ha
convertido en un gallinero para ver qué gallo grita más. Cuando lo que hace
falta son debates pausados, con argumentos, razones y siguiendo los principios
de legalidad, justicia, igualdad, respeto a todos y bien común.
Cualquier debate de ideas no debe
acabar excluyendo opciones, sino aunando o, al menos, respetando. Por eso me
pregunto ¿Qué ocurriría en el PSOE si no hubiese respeto entre nosotros en
cuanto a las diferentes visiones sobre cómo atajar la situación actual? Basta
de excluir, basta de pensar en verdades absolutas, basta de creernos siempre
mejor que el de enfrente. Hay que asumir lo que diga la mayoría, guste o no
guste o mejorar las verdades de cada uno con las verdades de los otros.
La pena de todo esto es que la
izquierda se deshace en añicos y no sabe por dónde tirar, abriendo debates
lícitos, pero que, hoy, dejan de lado a millones de parados y a personas que
andan pasándolo mal. Lo primordial es eso. Y, al mismo tiempo, siguiendo el
principio de legalidad, ir trabajando las posibilidades, si así se decide, de
un nuevo modelo de Estado. Pero con un trabajo serio, sereno y con propuestas
definidas con detalles.
Sin embargo, ese trabajo lo veo
complicado porque cuando vas a manifestaciones en pro del referéndum o, incluso,
de otra índole, ves a gentes de todo tipo, incluso gentes con las que jamás he
comulgado. Por ejemplo, no comulgo con los objetivos nacionalistas, y menos,
por cercanía, con el nacionalismo abertzale. Lo respeto, cada cual puede
defender lo que crea, siempre que no vaya en contra de los Derechos Humanos y lo
haga con respeto.
Pero yo siempre me he confesado
no nacionalista: ni española, ni Navarra, ni de nada. No me caso con banderas
de ningún tipo. Como dije en un Comité Regional de mi partido, el PSN, mi
nación es lo público y mi bandera la Libertad, la Igualdad y la Justicia. No es que
sea un capricho, es algo muy simple; el nacionalismo me parece excluyente,
prima la diferencia, el ansía de distinguirse en grupo frente a los objetivos
comunes de la Humanidad y los objetivos individuales de cada uno.
Quizás peque de inocente, de
ilusa o utópica, pero creo que quizás nos falta un poco de todo eso a todos.
Por eso pido un poco de pausa,
por favor. Porque, mientras, la derecha se muestra tranquila viendo la
carnicería desde la barrera, alentando, vitoreando y ya esperando otros 5 años
en el sillón.
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