martes, 13 de agosto de 2013

SOLEDADES

Hay soledades buscadas y soledades encontradas. Siempre es tiempo de soledades. Hoy es tiempo de soledades encontradas, como aquella soledad de 13 rosas enfrentadas a los fusiles preguntándose ¿por qué? Soledades desapercibidas, porque ésas suelen esconderse. Como se esconde la soledad de la mujer maltratada pensando que todo es culpa suya; como se esconde esa familia que no sabe qué comerán mañana sus hijos, esperando que la mirada de sus niños no les derrote; de ese hombre que busca trabajo sin esperanza. Soledad encontrada, soledad escondida. Soledad de esa anciana que camina día tras día por la calle arrastrando sus pies en su rutina, porque no hay nadie que la espere a su vuelta. Soledad de esa mujer enferma de vida, olvidada por su madre, su hija, por su familia, que espera encontrar, en el horizonte del mundo, alguien que la abrigue. Soledades. Soledad de esos muchos niños al llegar el Día de Reyes, sin que estos viejos señores pudieran parar en sus balcones, porque no había balcón donde pararse. Soledad de quien espera un atisbo de luz que no aparece.

Soledad del corredor contra el reloj y contra el viento, soledad del que trabaja sin aliento, del que se ilusiona y llueven zancadillas, del soñador que se ilusiona. Soledad del que llaman loco porque quiere ir más allá de donde está.

Es tiempo de soledades. No es tiempo de soñar ¿O sí?

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