domingo, 7 de abril de 2013

O todos o ninguno, Sr. Rajoy.

Si seguimos esforzándonos como hasta ahora en el 2014 empezaremos a crecer. Eso es lo que ha dicho el Gobierno, eso es lo que ha dicho Rajoy. Si seguimos esforzándonos ¡Dios! ¿A qué llama el Sr. Rajoy esforzarse? ¿Al hambre y la miseria? ¿Olvida que hay personas, personas con nombres y apellidos que no tienen ningún ingreso?

¿Cuántas sonrisas perdidas de niños, cuántos cumpleaños sin canciones, cuántos trágicos amaneceres, cuántas miradas perdidas de madres hacia sus hijos, cuántas lágrimas escondidas, cuántas vergüenzas sin motivo tienen que pasar para que empecemos a crecer?

Olvida el Sr. Rajoy que hasta el 2014 son muchos días. Días que para muchas, demasiadas familias representan mirarse al espejo y ver que no sirven, que su sociedad no los necesita, que no pueden dar a sus hijos un hogar caliente, una despertar de ilusión, un sencillo mañana.

La gente tiene hambre y no sólo de pan, seor Rajoy. Aunque nos prometa el paraíso del mañana, hoy esas familias, esas personas quieren vivir, tienen hambre de vida, de ser persona de verdad. Quieren levantarse cada día y tener un motivo.

Y esos niños, Sr. Rajoy, ¿acaso pueden esperar al 2014? Esos niños que van al colego in desayunar, que desfallecen en las clases, que hacen cola pidiendo donde haya un bocadillo. ¿Acaso pueden esperar al 2014? En serio les puede decir a la cara a esos niños que esperen, que sigan estudiando, que aunque no coman durante el 2013, en el 2014, quizás, puedan desayunar? ¿En serio me lo dice?

Y esos mayores que esperaban una jubilación tranquila, hoy truncada y que sufren intentando volver a sacar adelante a sus hijos, ya mayores, con una pensión de mierda.

Y no me vengan con que es demagogia, con que no hay tanta pobreza, con que la gente no quiere trabajar, que sólo quitan la segunda vivienda como van diciendo por alguna emisora con uno tertulianos a los que, seguro, no les faltará de nada. Otros a los que la desgracia ajena les da para comer y vivir bien, pues se permiten debatir sobre ella y negarla.

Son hechos, por mucho que los quieran negar. ¿Acaso cree que a esas familias sin ingresos la comida les cae del cielo? Que no, que eso sólo ocurre el La Biblia. Lo que pasa es que esas personas se han convertido en fantasmas, están a nuestro alrededor y no las vemos o no queremos verlos. Por eso molesta tanto que esos fantasmas se manifiesten delante de las casas de políticos. No tienen otra cosa qué hacer hasta el 2014.

¿Qué me cuentan del 2014? En el 2014 muchos habrán muerto en vida. ¿Sabe qué es eso? Algo peor que la muerte: ser sin ser visto.

Señor Rajoy, ¿está diciendo que sigamos hacia delante, dejando a esas personas a un lado? Así no, Sr. Rajoy, o todos o ninguno. En este barco vamos todos, no puede tirar por la borda a dos millones para seguir hacia delante como si nada.

No hay comentarios: