Últimamente la política y las opiniones se van generando y
posicionando en extremos como en una especie de bandadas que se colocan en
posición. Se generan debates que, a veces, parecen no llegar a ningún sitio
porque no están entre las grandes preocupaciones de los ciudadanos.

Pero sí que llevan a cabo excursiones culturales que me
parecen importantes, pero que conllevan un coste para las familias. Ahí ya no
vale ni pines parentales, ni debates sobre igualdad. Porque hay familias que no
pueden autorizar a sus hijos a un viaje cultural porque está fuera de sus
posibilidades económicas.
Pero de eso no hablamos. Nos dedicamos a otras cosas, a ver
quién la dice más gorda; en eso parece consistir la política de hoy en día.