
s Públicos de Tudela a una situación insostenible. Corría el año 2011 cuando se decidió el cierre del Colegio Virgen de la Cabeza. Hoy se piensa en cerrar líneas en Colegios Públicos tudelanos, sin considerar que esto puede conllevar una imagen negativa para la educación pública, muy denostada en Tudela, donde algún concertado llega a tener cuatro líneas. Pero más lamentable es que lleguen a ser vistos por muchos sectores como una solución de estabilidad. Y lo que creo que debe hacer un Gobierno es apostar por ensalzar la educación pública, no sólo con campañas, sino de forma efectiva. Porque la educación pública es aquella que garantiza la mayor calidad.
Yo no sé si esto es el eterno retorno de Nietzsche o que el
Departamento de Educación del nuevo Gobierno no tiene ni pajolera idea de lo
que se lleva entre manos. Yo apuesto un poco por esto último, más una dosis de
acuerdo programático por medio y un enfrentamiento interesado e inexistente
entre modelos o educaciones diversas.
Insisto. Aquí de lo que deberíamos hablar es de educación pública,
universal y gratuita; algo de lo que este Gobierno parece haberse olvidado. Así
que creo necesario recordárselo. Todos consideramos necesario que si alguien
quiere estudiar un modelo educativo que no se preste en su localidad, cualquier
modelo, sea cual fuese, pueda acceder a ayudas de transporte o comedor. Lo
entendemos. Sin embargo, lo que no llegamos a entender es cómo el Gobierno se
ha olvidado responder a una de las primeras reivindicaciones a nivel educativo
que le llegaron con el nuevo curso: la petición cursada por la Apyma del
Instituto Benjamín de Tudela, que cuenta entre sus modelos con el British, en
la que solicitaba la retirada del copago establecido en los libros de texto que,
supuestamente, estaban bajo el amparo de la Ley de gratuidad. Ello haría terminar con la incongruencia
existente entre la Ley de Gratuidad, que establece la gratuidad hasta la ESO,
el Decreto que la desarrolla DF 61/2010 y la Orden Foral de subvenciones.
Porque el Decreto establece la posibilidad de que los padres tengan que pagar y
la Orden de subvenciones señala que no habrá ayudas para libros porque son
gratuitos. Aclárense. Ahora no podrán echar la culpa al anterior Gobierno, como
hicieron en noviembre del pasado año. Se les solicito con fecha 1 de diciembre,
señalándoles concretamente lo que deberían eliminar: el punto 2 del artículo 16
del Decreto Foral.
Les recuerdo que la gratuidad de la Educación Obligatoria es
para todos; y los libros son para todos, sean del modelo que sean.
Lo que lamento de todo esto es que así lo hemos decidido los
navarros; y me cuesta asumir que decidiésemos dar una patada a la educación
pública y gratuita, al aprendizaje de inglés o de cualquier otra lengua para
enzarzarnos en batallas dialécticas y meramente partidistas. Lamento que se
ataque directamente a los Colegios Públicos, en lugar de apoyarlos con mejoras;
que hayamos votado diferenciar, en lugar de convivir. Quizás es que tenemos un
concepto de educación endogámico y regionalista. La educación con mayúsculas no
viene definida por el lugar dónde vives o donde has nacido, viene definida por
los conocimientos generales que se han ido aportando a la humanidad para que
vayamos creciendo como personas y que sirvan a nuestros jóvenes para motivarles,
crecer y convertirse en lo que quieren ser. La educación no tiene como objetivo
crear buenos navarros, sino buenas personas. Lo de navarros es sólo una
cuestión geográfica, a complementar si se quiere. Hay quienes valoraran esto de
otro modo y prefieran educar para ser navarros.
Yo respeto a la mayoría. Pero con gratuidad. Recuerden.