miércoles, 21 de octubre de 2015

SECTORES OLVIDADOS POR UN GOBIERNO AL QUE LE VIENE GRANDE EL CAMBIO

Espero y deseo, fundamentalmente por nuestro bien, que sólo lo hayan retrasado, que lo tengan previsto en algún momento. Sin embargo, eso no impide que tenga la sensación de que en este nuevo Gobierno hay sectores y parcelas que están quedando relegados a otros momentos. ¿Cuáles son esos momentos? Es una incógnita. Incluso algún que otro se va quedando olvidado por falta de visualización, es decir, ni se ven, ni se sienten. Quizás porque ni llevan banderas, ni marchan, ni nada de nada. Y eso que la Presidenta, en su discurso de investidura, señaló que lo social iba a ser una prioridad. Lo estamos esperando.

De hecho, me preocupa la Dependencia y el Medio Ambiente. Los primeros, los dependientes, no salen a la calle, ni protestan, ni gritan porque bastante tienen con vivir el día a día. Los ciudadanos van conociendo casos puntuales que salen en televisiones, como si fuesen casos aislados y que, gracias a la tele, se van resolviendo de una forma particular, sin que nadie afronte el tema como lo hizo en su día Zapatero y que requiere de afianzamiento y de mejoras; el segundo, el medio ambiente, porque las instituciones se han encargado de convertirlo en una molestia para el progreso en lugar de una oportunidad.

En lo que se refiere a la dependencia me preocupa el acuerdo programático de Gobierno. Desde mi punto de vista, creo que se desconocen algunos aspectos de la dependencia, cuando algún partido quiere pasar a segundo plano la figura del cuidador. Por ejemplo, el acuerdo en su punto seis del apartado dependencia señala la necesidad de “reorientar las prestaciones. Incrementar la prestación directa de los Servicios en detrimento de las ayudas económicas”. Las ayudas económicas suelen estar destinadas a un cuidador, una figura esencial que suele ser un miembro de la familia. Algunos optan por contratar servicios de apoyo, de atención a domicilio; pero, en otras ocasiones, con circunstancias especiales, el familiar es quien mejor puede realizar la labor del cuidado del dependiente.

Sin embargo, algunos partidos del cuatripartito quieren desterrar esta figura, deduzco que siguiendo esa línea tan habitual de criminalizar al ciudadano, suponiendo un aprovechamiento económico por parte de ese familiar-cuidador, sin tener en cuenta que puede que tenga que estar pendiente durante las 24 horas del día, con el consiguiente menoscabo de su vida.

Claro que, con estos nuevos partidos, es muy difícil concluir si es eso lo que quieren hacer, desterrar a los cuidadores. A veces lo han dicho; pero como es imposible saber si lo tienen todavía en cartera o lo van a consultar en la próxima asamblea.....Al final, una no sabe si debe hablar o no sobre este supuesto. Pero lo digo por si se les ocurre decidirse. Lo cierto es que, en su acuerdo, dejan claro la apuesta por las residencias, eludiendo cualquier circunstancia especial que pueda suponer una dificultad como el coste y la deuda que se genera.

No sé si han discutido sobre el tema, pero existen muchas aristas que solventar en la gestión de las ayudas a la dependencia, así como las respuestas que se pueden dar a los ciudadanos, que deben ser muy diversas y flexibles, tanto como las problemáticas actuales que puedan existir. Y esas respuestas deben ser resueltas por unos Servicios Sociales más eficaces y mejor dotados de estrategias y medios, tanto legales como de recursos.

A ello hay que añadir la precariedad laboral de algunos trabajadores de la Agencia Navarra de la Dependencia. Por ejemplo, economistas a media jornada. No sé si el nuevo Gobierno se habrá dado cuenta de ello. Pero no ayuda al punto 5º de su programa: “Reducir a los tres meses el tiempo empleado en la valoración de la situación de dependencia y eliminar las listas de espera tanto en la valoración como en la aplicación de los recursos que correspondan”. Lo cierto es que una persona a media jornada, que tiene que buscar otro trabajo para subsistir, hace que algunos expedientes puedan verse retrasados o, sencillamente, traspapelados.

En el ámbito del medio ambiente, ¡qué decir! Es un hermoso elemento que adorna los programas, pero que, irremediablemente, se olvida al llegar al Gobierno. Tengo la sensación que ningún partido se cree lo que dicen del medio ambiente, salvo al hablar de energías renovables; ahí se acaba todo lo que tienen que hacer, todo su discurso, olvidando las potencialidades de investigación y la resolución de problemas que estas pueden otorgar. Ninguno apuesta por ello, salvo como promoción turística. Y es que creo que no se creen lo que dicen, principalmente porque su mentalidad trabaja todavía desde un punto de vista a corto plazo, a través de un sistema dirigido hacia la producción y no hacia la felicidad del individuo y su bienestar. Si pensaran en ello sobrarían fotografías soltando águilas y, más aún, aquellas fotos de águilas muertas por una gestión ineficiente de lo que algunos creen que es medio ambiente. ¿Les vendrá grande el cambio?


domingo, 4 de octubre de 2015

VISUALIZAR UN FUTURO PARA LOS CIUDADANOS (con cualquier apellido)

El Partido Socialista de Navarra, el que fuera partido de gobierno, es hoy el quinto partido en la Comunidad Foral. Pero eso no le debe alejar de la esencia de lo que ha sido y debe seguir siendo el PSN y el PSOE: soñar. Los socialistas somos soñadores de un mundo mejor para todos. Pero en Navarra nos hemos entretenido con demasiadas estrategias electorales, intentando adaptar el discurso a meras estimaciones. Sin embargo, creo que debemos volver a soñar y, sobre todo, a visualizar lo que queremos, el mundo que deseamos, la justicia que ansiamos, el desarrollo que pretendemos. Porque visualizando estamos más cerca de hacerlo realidad. Si nosotros lo vemos, los verán los ciudadanos. Pero para eso hay que tener un proyecto y un discurso claro y visual.

Sin embargo, ese discurso claro se diluye. Hablamos de incentivar lo social, la educación y la sanidad pública, la igualdad, la justicia... Cosas que ha hecho ya el Partido Socialista cuando estuvo en el Gobierno. Por tanto, hay algo de lo que no hablamos o, sencillamente, ya no nos creen o creen e identifican esos objetivos con otros partidos. Y aunque nos empeñemos, seguirán haciéndolo. Porque no tenemos que ser sólo críticos, que supone ir por detrás de quienes toman la iniciativa, sino valientes. Tengo la sensación de que vamos dando bandazos y coqueteando de flor en flor, sin definirnos, pasando la pelota, cuando debiéramos decir esto es lo que somos, esto es lo que pensamos.

Ahí está la última cuestión, la transitoria cuarta de la Constitución. No hay una opinión definida en el Partido. Hay que debatir sobre el tema, se dice. Sin embargo, en alguna ocasión he intentado sacar el tema en Comités Regionales y ahí se ha quedado. Tenemos demasiados complejos. No es el único tema, también frente al polígono de tiro de Bardenas u otros temas donde seguimos dando vueltas; igual que esos nuevos partidos en los que nadie sabe muy bien hacia dónde van sus políticas porque deben consultar en función de la situación y, por tanto, hay que creer a ciegas.

El Partido Socialista en Navarra tiene que hacerse visible con nuevos sueños que se reflejen en unas nuevas maneras de hacer las cosas en sus Ayuntamientos. Hoy hace falta responder a las necesidades urgentes, pero también hay que dar respuesta a un futuro deseable. Por eso, es necesario visualizar ese futuro y hacerlo visible a las gentes. Iniciativas en pueblos que no se restrinjan al sector primario y festivo, sino que vayan mucho más allá. Hay que arriesgar. ¿Dónde queda la economía verde de la Conferencia Política del Partido Socialista? No nos lo creemos, no soñamos, no visualizamos. Existe la posibilidad de compaginar iniciativas en el sector primario con otros proyectos de investigación, de colaboración con universidades que visualicen en la población rural las potencialidades que pueden existir en otros sectores que no sean el primario, servicios y turismo
Hacer visible a la población que existen sectores no explotados o no desarrollados en la línea necesaria, la del ser humano. Puede que hoy no sean efectivas a corto plazo, pero es posible asentarlas en el futuro, si queremos que nuestros jóvenes formados, universitarios, se queden también en el mundo rural. ¿O hemos renunciado a ello? No. No debemos hacerlo. Hay que cambiar muchas mentalidades y necesitamos a esos jóvenes para que las cambien; mentalidades que deben crecer, ampliarse, abrirse al mundo y eso se hace a través de la cultura, cultura no sólo tradicional. Y la experimentación, porque todo surge a través del ensayo-error, pero si no ensayamos, si no visualizamos, nunca llegaremos a nuevas cotas de bienestar, un bienestar que quizás hoy desconocemos y que no se limita al consumo.
Hoy son muchos los que hablan de cambio, pero no cambia nada, salvo mayores subvenciones, mas ayudas. Yo no aspiro a eso, yo quiero gente libre de estar sujeta a ayudas, libre y feliz, sin que tenga que pedir nada.

Y saben cómo se consigue eso sintiéndolo, viviéndolo y visualizando ese futuro, creyendo en él. Hagámoslo visible, para un cambio real y no de palabra.