De hecho, me preocupa la
Dependencia y el Medio Ambiente. Los primeros, los dependientes, no
salen a la calle, ni protestan, ni gritan porque bastante tienen con
vivir el día a día. Los ciudadanos van conociendo casos puntuales
que salen en televisiones, como si fuesen casos aislados y que,
gracias a la tele, se van resolviendo de una forma particular, sin
que nadie afronte el tema como lo hizo en su día Zapatero y que
requiere de afianzamiento y de mejoras; el segundo, el medio
ambiente, porque las instituciones se han encargado de convertirlo en
una molestia para el progreso en lugar de una oportunidad.
En lo que se refiere a la
dependencia me preocupa el acuerdo programático de Gobierno. Desde
mi punto de vista, creo que se desconocen algunos aspectos de la
dependencia, cuando algún partido quiere pasar a segundo plano la
figura del cuidador. Por ejemplo, el acuerdo en su punto seis del
apartado dependencia señala la necesidad de “reorientar
las prestaciones. Incrementar la prestación directa de los Servicios
en detrimento de las ayudas económicas”. Las ayudas
económicas suelen estar destinadas a un cuidador, una figura
esencial que suele ser un miembro de la familia. Algunos optan por
contratar servicios de apoyo, de atención a domicilio; pero, en
otras ocasiones, con circunstancias especiales, el familiar es quien
mejor puede realizar la labor del cuidado del dependiente.
Sin embargo, algunos
partidos del cuatripartito quieren desterrar esta figura, deduzco que
siguiendo esa línea tan habitual de criminalizar al ciudadano,
suponiendo un aprovechamiento económico por parte de ese
familiar-cuidador, sin tener en cuenta que puede que tenga que estar
pendiente durante las 24 horas del día, con el consiguiente
menoscabo de su vida.
Claro que, con estos
nuevos partidos, es muy difícil concluir si es eso lo que quieren
hacer, desterrar a los cuidadores. A veces lo han dicho; pero como es
imposible saber si lo tienen todavía en cartera o lo van a consultar
en la próxima asamblea.....Al final, una no sabe si debe hablar o
no sobre este supuesto. Pero lo digo por si se les ocurre decidirse.
Lo cierto es que, en su acuerdo, dejan claro la apuesta por las
residencias, eludiendo cualquier circunstancia especial que pueda
suponer una dificultad como el coste y la deuda que se genera.
No sé si han discutido
sobre el tema, pero existen muchas aristas que solventar en la
gestión de las ayudas a la dependencia, así como las respuestas que
se pueden dar a los ciudadanos, que deben ser muy diversas y
flexibles, tanto como las problemáticas actuales que puedan existir.
Y esas respuestas deben ser resueltas por unos Servicios Sociales más
eficaces y mejor dotados de estrategias y medios, tanto legales como
de recursos.
A ello hay que añadir la
precariedad laboral de algunos trabajadores de la Agencia Navarra de
la Dependencia. Por ejemplo, economistas a media jornada. No sé si
el nuevo Gobierno se habrá dado cuenta de ello. Pero no ayuda al
punto 5º de su programa: “Reducir
a los tres meses el tiempo empleado en la valoración de la situación
de dependencia y eliminar las listas de espera tanto en la valoración
como en la aplicación de los recursos que correspondan”. Lo
cierto es que una persona a media jornada, que tiene que buscar otro
trabajo para subsistir, hace que algunos expedientes puedan verse
retrasados o, sencillamente, traspapelados.
En el ámbito del medio
ambiente, ¡qué decir! Es un hermoso elemento que adorna los
programas, pero que, irremediablemente, se olvida al llegar al
Gobierno. Tengo la sensación que ningún partido se cree lo que
dicen del medio ambiente, salvo al hablar de energías renovables;
ahí se acaba todo lo que tienen que hacer, todo su discurso,
olvidando las potencialidades de investigación y la resolución de
problemas que estas pueden otorgar. Ninguno apuesta por ello, salvo
como promoción turística. Y es que creo que no se creen lo que
dicen, principalmente porque su mentalidad trabaja todavía desde un
punto de vista a corto plazo, a través de un sistema dirigido hacia
la producción y no hacia la felicidad del individuo y su bienestar.
Si pensaran en ello sobrarían fotografías soltando águilas y, más
aún, aquellas fotos de águilas muertas por una gestión ineficiente
de lo que algunos creen que es medio ambiente. ¿Les vendrá grande
el cambio?