lunes, 23 de diciembre de 2013

MIEDO ME DA

Miedo me da, sí, a la cuadratura del círculo que nos va cayendo. Así, poco a poco, como si nada, pero tragándonosla. Primero los recortes económicos en Sanidad y Educación, luego la reforma laboral que nos dejó a la merced de quien quiera aprovecharse, que son muchos; para pasar ahora a la Ley de seguridad ciudadana y de paso con unos guardas que nos pueden detener. Así los guardas o vigilantes, que no distingo bien sin gafas, van a hacer de guardianes de la seguridad ciudadana a las órdenes de las empresas, que hay que fomentar, para que unos cuantos vivan tranquilos a costa de los demás. Blanco y en botella, que no verde y en botella, que eso es el vino de 800 euros (mínimo) la botella que se van a trincar estas fiestas a nuestra mierda de salud. Porque este año la lotería va a ser encontrar un trabajo por una mierda de salario, trabajando 12 horas para que no te llegue ni para pagar la calefacción con la que no ponerte enfermo. Y, si por desgracia, caes con algún mal, te lo gastas en medicina. Eso si consigues que alguien te atienda en un centro de salud donde los profesionales son cada vez menos y tocan a más pacientes por cada uno. Así que si, al final consiguen verte, así de refilón, “pase que tengo dos minutos”, “pues mire usted… “ya, eso debe ser un virus”. Pues nada, tú pa casa con el virus,  que ya sabes tú cual es ese virus maldito que te está comiendo. Al menos no te han recetado nada y no tienes que pagar. Y es que no tienes otra forma de seguir palante, cagándote en …. Porque no te queda otra. No vaya a ser que empieces a largar demasiado con los 4 colegas de turno y te empapelen por manifestación no autorizada y revoltosa.

Mientras tanto, aquellos con trabajo, más o menos digno, de unos 1.000 euritos al mes, todos calladitos porque ¿qué vas a decir, aún encima que tienes trabajo? Y así nos va y así nos va a venir, Qué miedo me da, que acabemos todos con mordaza y en el cuartelillo del guardia de seguridad.

P.D. me ha cogido con las hormonas alteradas, debe ser la edad.

lunes, 9 de diciembre de 2013

¡QUÉ PASSA PISSSHA! COMO DICEN POR AHÍ

Con el informe Pisa me sale la vena chauvinista francesa que corre por mis venas. Sobre todo cuando se utilizan los informes para justificar leyes que andan un poco faltas de apoyo; y ya no importa que la marca España esté por los suelos. Y es que, aunque sé que no andamos sobraos en muchas materias, en estos casos me da por aplicar los ciclos, como se hace en economía, para justificar todo. Vamos a ver: ¿quién inventó la democracia, la filosofía, aportó enormes conocimientos a la historia, las matemáticas, la biología etc? Los griegos. ¿Quién nos legó el derecho romano u otras aportaciones como los acueductos? Los romanos ¿Quién eran unos médicos de aupa y enriquecieron la astronomía, la alquimia o la ingeniería hidráulica, esta última hoy vigente? Los de Al-Andalus, esos que ahora dicen algunos son los que peor notas sacan. Pues eso, que ya era hora que los bárbaros del norte hicieran algo ¡carajo!

Por otra parte, mira que somos, cuando queremos no hacemos más que hablar de la patria, de Espaaaaña y todo eso. Ahora bien, cuando vienen mal dadas enseguida nos segregamos y nos diferenciamos de unos y de otros porque, claro, nosotros somos mejores y hemos sacado mejor nota. Ya, marca España pura.

Pero elucubraciones aparte, es verdad que tenemos un problema. Pero un problema educativo y cultural. Un problema que nos legaron griegos, romanos y andalusíes: nos encanta vivir, salir, tomar el sol, charlar, poner verde al vecino, y, de paso, hablar con él. Y luego está el hecho de que aquí no prospera quien más estudia, sino quien tiene padrino y se bendice, o tiene una buena cuenta corriente con la cual comprar un buen puesto para el niño. Y eso hace mucha pupa a la educación.

Es decir, hay mucho tomate y mucho que analizar.  No se puede quedar uno en el sistema educativo. Es necesario, creo, una reflexión conjunta y para eso hay que contar con mucha gente, analizar muchos enfoques. Aquí no valen los sistemas de Finlandia, donde, con el frío que hace, no tengo ni idea qué otra cosa pueden hacen que quedarse en casa leyendo. Ni valen soluciones impuestas como las del Ministro Wert.

Quizás por eso, en España, se nos dan tan mal las matemáticas. Yo las odiaba, quizás porque siempre buscan la solución a los problemas, cuando en la vida no suele haber una sola solución. Demasiado cuadricular para mí, y poco dialogante, casi como el Ministro Wert.