domingo, 15 de enero de 2012

POLITICAS DE CAMPANARIO

Recuerdo el concepto bien traído por Don Juan Cruz Alli y que sigue lamentablemente vigente en algunos mal llamados políticos de la Ribera, aunque crecen por toda España y extranjero, cuando decía que se hacía mucha política de campanario. Y así es. Es cuando se hacen propuestas, se plantean actuaciones, se reniega de cosas, todo de cara a la galería, mientras se esconden las verdades que conllevan, los hechos que no se ven, ni se muestran y a los que se les quiere quitar importancia. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en un Ayuntamiento pequeño como Cabanillas, pero que ocurre del mismo modo a nivel Foral o nacional. En el último pleno celebrado en Cabanillas se aprobaron las asignaciones a los Corporativos con una rebaja en el presupuesto de, nada menos, que de 10.000 euros. El hecho pasó inadvertido para la oposición de UPN porque el presupuesto que se estipuló, unos 30.000, incluye asignaciones a los grupos municipales para su actuación. Esto implica que los grupos puedan contar con dinero para llevar a cabo actuaciones y propuestas más adecuadas, ya que los ediles de un Ayuntamiento no tienen por qué ser expertos en todo, ni saber de todo. Así con ese dinero pueden buscar asesoramiento para complementar los pequeños servicios con los que cuenta un Ayuntamiento como el nuestro y plantear cosas que se puedan hacer, cosas con cabeza. Pues bien, UPN dijo que no quería ese dinero, planteando que lo pague cada partido político. De cara a la galería está muy bien decir, renuncio a ese dinero para que se quede en las arcas municipales. Quedaría muy bien, si no fuese porque ese grupo político cogobernó, y cobró una serie de reuniones que el actual equipo de Gobierno socialista, considera excesivas porque algunas consignaciones forman parte del trabajo que se espera de un concejal. Por ejemplo, se cobraba 50 euros por reunión y concejal hasta cuando se reunían con asociaciones de nuestro pueblo en nuestro pueblo. Si quieren les doy unos ejemplos: 20 de septiembre 2007: inauguración Zona Chic Castejón, 50 euros por pasarlo bien. 24 de octubre, 20 de noviembre y 4 julio 2008: Reunión Junta de Viviendas VPO en Cabanillas: 50 euros. 27 de octubre: Entrega Zahorí Plata: 50 euros. En el 2008, reuniones para el pacto local de Igualdad, 50 euros reunión. Reuniones con Cruz Roja, otros 50. 
Para terminar un ejemplo de 2011 en el que por asistir a una reunión de la Residencia en Fustiñana hay a quien no le tembló el pulso y cobrar dos reuniones, es decir, 100 euros, ya que se planteó una sesión ordinaria a las 12 horas y otra extraordinaria a las 12:30. Es decir, sin levantarse de la silla se computan dos reuniones. Legal, pero ético no sé hasta dónde, máxime cuando después se va presumiendo de no querer cobrar, evidentemente, lo que se ha cobrado, pero para su bolsillo y no para el común. Después vino lo mejor porque se quejan de que no les dejan hablar, pero interrumpen continuamente y así critican que no se les llama para realizar los presupuestos, el Partido Socialistas tiene la mayoría, la que nuestro pueblo le otorgó, pero se les da un borrador siete días antes de la Comisión de Hacienda y no llevan a ella ninguna propuesta, ningún tipo de trabajo previo. Eso sí, como buenos políticos de campanario llevan al pleno tres mociones: para bajar el presupuesto de fiestas, que ya estaba contemplado en los presupuestos; para hacer una página web, que también estaba incluida en los presupuestos y para promover el evento del Judas, cuestión lógica y normal, porque sólo tenemos la Iglesia y el Judas como eventos turísticos, además de Bardenas. Esperamos que habiéndoles dotado, con un sueldo a cada concejal de 700 euros anuales, trabajen más las propuestas y se dignen asesorarse un poco, aunque como han renunciado a esa posibilidad se supone que saben de todo.

lunes, 9 de enero de 2012

EL HARTAZGO QUE VIENE DE SIEMPRE

EL HARTAZGO VIENE DE SIEMPRE
Este año ha venido marcado por el movimiento 15-M y quiero terminar o, más bien, comenzar el año haciendo una reflexión sobre el mismo y sobre lo que he podido experimentar. Creo que es un movimiento de hartazgo, pero he de decir que ese hartazgo hace tiempo que existía. Yo recuerdo mi hartazgo cuando estaba en la universidad; cómo creías que el periodismo te llevaría a cambiar las cosas o a denunciarlas. Creías que manteniendo tus ideas, no traicionándolas podías cambiar las cosas, podías cambiar cómo se hacían las cosas hasta en la propia Universidad. Yo dejé el doctorado por esa convicción. ¡Ilusa! En suma, creías que con una actitud rebelde podías cambiar algo. Lo que ocurre que, en mi época, y hablo de los 80, empecé la Universidad en el 86 para que os hagáis una idea, no había redes sociales, ni internet, así que la difusión de ese hartazgo quedaba mediada, curiosamente, por los medios de comunicación.
Hoy ese hartazgo ha tenido el privilegio de contar con un enorme altavoz en internet. Sin embargo, peca de lo mismo que pecamos todos, de demasiado corazón, de inocencia. Porque al final, al sistema hay que vencerlo desde dentro e, incluso, desde ahí te encuentras con enormes dificultades.
A mí me ha tocado como periodista intentar informar sobre cómo se hacen las cosas. E intentando por todos los medios hacer un periodismo independiente y te encuentras continuamente con la misma canción: para ejercer, para que haya un medio de comunicación tiene que haber detrás un poder económico que lo sustente. Y, adiós, con la Iglesia hemos topado Sancho, pero esta Iglesia es mucho más dura. Así que te cortan las alas rápido a nivel periodístico. Y sin embargo, hay mucho que hacer a nivel local porque la información es pésima.
Así que después de dejar el periodismo, sin haber dejado de seguir mis ideas, al tiempo me meto en política. La razón, muy simple, lo que he dicho, las cosas se cambian desde dentro, es algo que te vas dando cuenta, poco a poco, cuando empiezas a conocer las estructuras por donde se mueven todos los entramados de poder y, ojo, creo que nadie consigue conocer todas. De hecho, creo que yo también pequé siendo periodista, como muchos siguen haciendo, creyéndome el adalid de la lucha por unas ideas. Cuidado, a veces, silenciosamente se hacen muchas más cosas, aunque, evidentemente, es más duro y más solitario. Creo que hay gente que lo habrá intentado hacer así y muchos periodistas ni nos habremos dado cuenta porque, como todos, acudimos al vociferio.
Las estructuras administrativas
Por eso, una de las cosas que no entiendo del 15-M es su generalización. Hablan de los políticos y lo meten a todos en el mismo saco. Y no es así. Hay muchos que luchan y trabajan por unas ideas, por lo que creen justo. Gentes que, sin tener formación, se han hecho a sí mismos, sin necesidad de títulos que los acrediten como grandes economistas, gentes que están en los Ayuntamientos rompiéndose el lomo, dejando sus horas de familia. Yo lo he visto. De eso el 15-M no dice nada, ahí lo quería ver yo, luchando realmente, porque ahí está la lucha en las Administraciones, rompiendo moldes. Porque en la Administración hay mucho que hacer, mucho que variar. En lo local, nos encontramos con el inmovilismo de un funcionariado apoltronado que casi se convierte en gobernante más que los propios Alcaldes; con formas de hacer las cosas que no se cambian porque siempre se ha hecho así, y así quieren que siga haciéndose, sobre todo, algunos funcionarios. ¡Cuidado 15-M que, a veces te equivocas en el tiro cuando sólo hablas de políticos!, y te lo digo por propia experiencia. Hay políticos que se encuentran con enormes dificultades para cambiar las cosas, con la inmovilidad local, con el chovinismo chabacano de los pueblos, aplaudido por algunos políticos interesados, con esa mentalidad de no querer variar las cosas, del exceso de localidad.
Hay tantas cosas que se descubren que ya les iré contando, si me dejan tiempo.