viernes, 8 de julio de 2011

ya soy concejal

Ya soy concejal. Y en estos momentos lo único que puedo decir entorno a esta nueva situación es algo que ya tenía muy claro y que hoy quiero reafirmar. Quienes llegamos el 11 de junio a la toma de posesión, nos iremos en cuatro, en ocho o, incluso pudiera darse el caso de que en menos años. Porque lo importante no somos nosotros, la Corporación, sino el Ayuntamiento, formado por los vecinos de cada momento. Nosotros nos iremos y ahí quedará el Ayuntamiento. Nosotros somos meros gestores de la cosa pública. En nosotros han depositado la confianza nuestros vecinos para que gestionemos adecuadamente el dinero público. Porque eso es lo que hacemos: gestionar su dinero, que no el nuestro. Por eso debemos dar cuenta a nuestros vecinos de lo que hemos hecho, mediante la aprobación de las cuentas y la redacción de unos presupuestos. Y esas cuentas tienen que estar claras, con facturas, contratos y todo lo necesario para justificar ante todos nuestros vecinos, todos, en dónde nos hemos gastado su dinero.
Parece obvio ¿verdad? Parece, pero no lo es, se lo aseguro. El problema fundamental de la política es que algunos personajillos (que no políticos y ahí es donde entra la matización) han perdido esta perspectiva y creen que con las elecciones se les da patente de corso para hacer lo que ellos quieran. Pero el problema no son solo ellos, sino también quienes callan y permiten, porque nadie les ha dado el poder para hurtar a la gente la verdad.
Es una pena que en política, al final siempre haya quien quiera alimentar su ego mediante un adjetivo. Consideran que el ser concejal les da un grado, en lugar de pensar que lo que en realidad les confiere es una serie de obligaciones para con sus vecinos, de humildad a la hora de escuchar.
Hay que mantener la cabeza fría en política y espero que en nuestro equipo no haya a nadie a quien se le suba demasiado el cargo.